El Baile de Graduación de Mayli



En el colegio San Francisco, Mayli Lilia Barazorda estaba muy emocionada. A medida que se acercaba el día de su graduación, cada vez pensaba más en el baile. Era un momento especial, no solo porque se despedía de sus compañeros, sino porque iba a asistir con su enamorado, Tomás. "No puedo creer que ya estamos por graduarnos, Tomás. ¡Esto es increíble!" - dijo Mayli, mientras organizaba su vestido en el espejo. "Sí, Mayli, ha pasado volando el tiempo. Pero será aún mejor si bailamos juntos esa noche", respondió Tomás con una sonrisa.

Los días siguientes, Mayli y Tomás se dedicaron a planear su próximo gran evento. Discutieron sobre las canciones, el vestido perfecto y cómo se verían esa noche. Pero no todo sería fácil. Un día, cuando Mayli llegó al colegio, escuchó murmullos en el pasillo. "¿Escuchaste? Tomás dijo que asistiría al baile con otra chica..." - decía una compañera de clase.

Mayli sintió que su corazón se caía. Decidió buscar a Tomás para aclarar la situación. "Tomás, ¿es cierto que irás con alguien más al baile?" - preguntó, con un nudo en la garganta. Tomás miró confundido. "¡No, Mayli! ¡Esa es una locura! Yo iré contigo, lo prometo. Solo estoy buscando formas de sorprenderte para hacer de esa noche algo inolvidable".

Aliviada, Mayli le sonrió. Sin embargo, después de ese día, Mayli decidió que no podía depender solamente de Tomás para asegurarse que la noche sería especial. Comenzó a organizar un pequeño número de baile que presentaría en medio del baile. "Así, podremos compartir un momento único con todos nuestros amigos", pensó.

Entrenó por días junto a sus amigas, practicando cada paso con alegría y ansiedad. La noche del baile llegó, y el gimnasio del colegio estaba decorado con luces y flores. Mayli se puso su vestido más hermoso y, cuando llegó el momento de la presentación, estaba nerviosa pero también emocionada.

Tomás la miraba desde la multitud, orgulloso del esfuerzo que estaba poniendo. "¡Vamos, Mayli! ¡Podés hacerlo!" - gritó desde el fondo. En ese instante, ella sintió que podía hacerlo. Y así, se presentó junto a sus amigas, dejando a todos asombrados con su baile.

Al terminar, recibió una enorme ovación y se sintió realizada. Luego de la actuación, Tomás se acercó a ella. "No puedo creer cuánto has crecido, Mayli. ¡Fuiste increíble!"

Después de disfrutar del baile y pasar tiempo con sus amigos, llegó el momento que tanto esperaban, el vals. Tomás tomó la mano de Mayli. "Te prometí que iría contigo y cumplí con mi palabra" - dijo mientras la llevaba a la pista de baile. Bailaron bajo las luces, sintiendo que el tiempo se detenía.

Pero, de repente, se escuchó un fuerte estruendo. Una de las decoraciones se cayó, provocando un pequeño caos. Todos los alumnos comenzaron a asustarse, pero Mayli tuvo una idea. "¡Chicos, ayudemos a arreglarlo juntos!" - gritó. Inspirados por su valentía, todos comenzaron a ayudar, trabajando en equipo para arreglar la decoración.

Al final, no solo lograron que el baile siguiera, sino que el evento se llenó de risas y unidad. Al finalizar la noche, Mayli se sintió feliz. "A veces, las cosas no salen como uno espera, pero eso no significa que no podamos disfrutar del momento".

Esa noche, Mayli aprendió que las sorpresas pueden ser buenas si se manejan con creatividad y optimismo. A la mañana siguiente, la comunidad del colegio les regaló a los graduados un día especial, con actividades al aire libre que reforzaban la amistad y el trabajo en equipo entre todos.

Al mirar atrás, Mayli se dio cuenta de que la graduación no solo era un final, sino un nuevo comienzo lleno de oportunidades y nuevas aventuras junto a sus amigos. Y así fue como Mayli Lilia Barazorda se despidió de su colegio, con la certeza de que siempre llevaría consigo esos momentos mágicos.

FIN.

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