El baile de la autenticidad



Hatsune Miku estaba emocionada en su visita a un lugar futurista. Con sus cabellos azules y su adorable vestido de colegiala, caminaba por las calles llenas de luces brillantes y edificios altos.

De repente, escuchó una música vibrante que provenía de un callejón cercano. Curiosa, se acercó para investigar y encontró a un grupo de niños bailando al ritmo de la melodía.

Los niños llevaban auriculares holográficos y se movían con gracia, siguiendo los pasos del líder. Inmediatamente, Hatsune Miku se sintió inspirada por el entusiasmo y la energía positiva que emanaban los niños mientras bailaban. Decidió unirse a ellos y mostrarles algunos pasos nuevos.

"¡Hola chicos! ¿Puedo bailar con ustedes?"- preguntó Hatsune Miku con una sonrisa. Los niños se sorprendieron al verla, pero rápidamente asintieron emocionados. Todos comenzaron a moverse al ritmo de la música futurista mientras Hatsune Miku les enseñaba coreografías divertidas.

Mientras bailaban, los niños empezaron a hacer preguntas a Hatsune Miku sobre cómo era ser una cantante virtual famosa en el mundo real. "¿Es divertido ser tan famosa?"- preguntó uno de los niños curioso.

Hatsune Miku respondió amablemente: "Claro que sí, pero lo más importante es disfrutar lo que haces y compartir tu talento con los demás". Los ojos de los niños brillaron mientras seguían aprendiendo nuevos pasos junto a ella. Pero justo cuando estaban en su mejor momento, un problema surgió.

El líder del grupo, llamado Lucas, comenzó a sentirse triste porque no podía seguir el ritmo de los demás. Se sentó en una esquina y bajó la cabeza, desanimado. Hatsune Miku se acercó a él y le preguntó qué le pasaba.

Lucas explicó que siempre se sentía frustrado cuando no podía hacer algo tan bien como los demás. "Lucas, cada uno tiene sus propias habilidades y talentos únicos"- dijo Hatsune Miku con ternura-.

"Lo importante es que te diviertas y hagas lo mejor que puedas. No tienes que ser el mejor en todo". Lucas levantó la mirada y sonrió tímidamente. Comprendió las palabras de Hatsune Miku y decidió unirse nuevamente al grupo.

Juntos continuaron bailando y disfrutando de la música futurista mientras exploraban el lugar futurista. Cada uno de los niños descubrió sus propias fortalezas y talentos, aprendiendo a aceptarse tal como eran. Al final del día, todos se despidieron con abrazos cálidos y risas felices.

Hatsune Miku les recordó que siempre deben creer en sí mismos y nunca dejar de perseguir sus sueños.

Mientras caminaba por las calles futuristas una vez más, Hatsune Miku estaba llena de alegría al saber que había dejado una pequeña semilla de inspiración en los corazones de esos niños. Sabía que habían aprendido una valiosa lección: ser ellos mismos era suficiente para brillar en cualquier escenario futurista o real.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!