El baile del valle encantado



Había una vez, en un lejano valle lleno de vegetación y coloridos paisajes, un dragón llamado Dante. Dante era diferente a todos los demás dragones; en lugar de ser fiero y temible, él era amigable y simpático.

Su mayor pasión era la música y el baile. Un día, mientras volaba por el valle, Dante se encontró con un grupo de dinosaurios que estaban tristes y aburridos.

Los dinosaurios eran grandes criaturas prehistóricas que vivían en ese valle desde hacía mucho tiempo. Pero a pesar de su tamaño imponente, no sabían cómo divertirse ni expresarse a través del arte como lo hacía Dante. Intrigado por esta situación, Dante decidió acercarse a los dinosaurios para ofrecerles su ayuda.

Se posó frente a ellos con una sonrisa cálida y les dijo: "¡Hola amigos! He notado que están algo tristes ¿Les gustaría aprender a bailar?"Los dinosaurios miraron al dragón con curiosidad e incredulidad.

Nunca habían oído hablar de bailar antes y se preguntaban cómo podría ser eso posible siendo tan grandes y pesados. "¿Bailar? ¡Nosotros somos demasiado grandes para eso!" - exclamó Triceratops, uno de los dinosaurios más robustos del grupo.

"¡Pero claro que pueden bailar!" - respondió Dante entusiasmado -. "El baile es una forma maravillosa de expresión artística que puede hacerlos sentir felices y libres". Aunque al principio dudaron un poco, los dinosaurios decidieron darle una oportunidad al amable dragón.

Todos se reunieron en un claro del valle y Dante comenzó a enseñarles los primeros pasos de baile. Al principio, los dinosaurios tropezaban y se caían, pero con paciencia y perseverancia, poco a poco fueron mejorando.

Dante les mostraba movimientos graciosos y elegantes al ritmo de la música que creaba con su voz. Los días pasaron y los dinosaurios se sorprendieron al descubrir lo divertido que era bailar. Se sentían más ágiles, libres y felices.

Incluso aquellos que eran tímidos o torpes encontraron una forma de expresarse a través del baile. Un día, mientras practicaban sus nuevos movimientos, un grupo de cazadores furtivos llegó al valle.

Los cazadores tenían malas intenciones; querían capturar a los dinosaurios para venderlos en el mercado negro. Dante notó la presencia de los intrusos y rápidamente ideó un plan para proteger a sus amigos. Les enseñó un movimiento especial llamado "El rugido del dragón".

Este movimiento consistía en dar saltos rápidos hacia adelante mientras emitían fuertes rugidos. Cuando los cazadores intentaron acercarse a los dinosaurios, estos ejecutaron el "rugido del dragón" con gran destreza. Los cazadores se asustaron tanto que huyeron despavoridos sin lograr su objetivo.

Los dinosaurios celebraron su victoria bailando alrededor del valle junto a Dante. Agradecidos por todo lo aprendido, decidieron nombrarlo como su protector honorario.

Desde aquel día, el valle se llenó de risas, música y baile gracias al dragón Dante y sus amigos dinosaurios. Juntos, demostraron que el arte y la amistad pueden superar cualquier obstáculo y hacer que la vida sea mucho más divertida.

Y así, el valle se convirtió en un lugar mágico donde los dinosaurios bailaban al ritmo de la música del dragón que les enseñó a expresarse y disfrutar de la vida como nunca antes lo habían hecho.

FIN.

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