El baile mágico del abuelito


Había una vez un abuelito muy especial, que bailaba sin parar, siempre feliz y genial. Con sus pasos de salsa y rock and roll, contagiaba alegría a todo su alrededor.

Las nietas del abuelito eran dos, una tenía 10 años y la otra solo 01. La mayor se llamaba Sofía, era muy curiosa, y la pequeña se llamaba Lola, era preciosa. Un día soleado en la casa de los abuelitos, Sofía y Lola veían al abuelito con sus ritos.

Saltaba y giraba con mucha energía, mientras la abuela tejía con maestría. "¡Mira, Lola! ¡El abuelito está bailando!"dijo Sofía emocionada mientras saltando. Lola sonrió desde su cunita, observando cómo el abuelito movía sus caderas bonitas.

El abuelito les enseñó a las niñas a moverse al compás, les mostró que el baile es una forma de expresar paz. Las tres juntos comenzaron a hacer piruetas, mientras la música llenaba todas las grietas. La abuela dejó su tejido por un momentoy se levantó para unirse al movimiento.

Los cuatro bailaban felices en armonía, creando recuerdos llenos de alegría. Así pasaban los días en esa linda familiadonde todos encontraban su propia melodía. El baile les daba fuerza y unión sin igual, demostrándoles que juntos podían superar cualquier mal.

En cada paso, risa y aplauso compartidose fortalecían los lazos entre ellos tejidos. El amor y la felicidad eran su bandera, y el baile era su lenguaje, su manera. El abuelito bailarín enseñó a sus nietasque en la vida hay que disfrutar cada treta.

Que no importa la edad ni las dificultades, siempre se puede encontrar belleza en las realidades. Y así, entre pasos y risas compartidas, la familia bailaba sin importar medidas. Porque el baile era su forma de expresión, un regalo que les llenaba de emoción.

Entonces, queridos niños, aprendamos del abuelito bailarín, a ser felices y vivir con alegría hasta el fin. Bailen como si nadie los estuviera viendo, y verán cómo la vida se va iluminando.

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