El baobab y el huracán


Había una vez un baobab llamado Garúa que vivía en la sabana africana. Garúa era un árbol muy sabio y poderoso, y siempre tenía palabras de aliento para los demás árboles.

Un día, la sabana fue golpeada por la llegada del huracán José, que causó estragos y destrucción en su paso. Los animales de la sabana estaban asustados y no sabían qué hacer.

- ¡Oh no, el huracán José está llegando! ¡Corran y busquen refugio! - gritaba el león Monzón, tratando de mantener la calma. - No se preocupen, amigos, aquí estoy yo, el baobab Garúa. Vengan y refúgiense bajo mi fuerte tronco - dijo Garúa con tranquilidad.

Los animales se agruparon alrededor del baobab y buscaron refugio bajo sus ramas. El huracán José llegó con fuerza, pero Garúa los protegió con su corpulento cuerpo, actuando como un escudo contra el viento y la lluvia. Después de varias horas, el huracán finalmente pasó.

Los animales salieron a inspeccionar los daños y se sorprendieron al ver que, a pesar de la furia de José, el baobab Garúa había resistido firme y sin daños. - ¡Increíble, Garúa! ¡Gracias por protegernos! Eres realmente un árbol excepcional - exclamaron los animales emocionados.

Desde ese día, Garúa se convirtió en un símbolo de fortaleza y protección en la sabana. Y los animales aprendieron que, incluso en medio de la adversidad, siempre hay alguien o algo que puede ofrecer refugio y consuelo.

El huracán José había sido una prueba de la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos difíciles.

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