El Bar de la Amistad



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Piedra Brillante, un bar mágico conocido como Roca de Guía.

Este bar era atendido por un hombre misterioso llamado D, quien tenía un pasado tan antiguo que se remontaba a épocas antes del tiempo mismo. D poseía armas ancestrales que le habían sido entregadas por sus antepasados para proteger el equilibrio entre los mundos.

Su tarea era asegurarse de que ningún espíritu travieso, demonio o incluso ángel malvado intentara cruzar al mundo de los vivos sin permiso. Un día, mientras D limpiaba las mesas del bar, escuchó unos susurros provenientes de la puerta trasera. Al acercarse, vio a un pequeño duende intentando colarse en Roca de Guía.

"¡Alto ahí! ¿Quién eres y qué haces tratando de entrar sin permiso?", exclamó D con firmeza. El duende se detuvo y miró a D con temor en sus ojos brillantes.

Explicó que estaba perdido y buscaba refugio en el bar para escapar de una tormenta maligna que se acercaba al pueblo. D, aunque receloso, decidió darle al duende la oportunidad de quedarse hasta que pasara la tormenta.

Mientras esperaban juntos detrás del mostrador, el duende comenzó a hacer preguntas sobre las armas ancestrales de D y su pasado misterioso. "¿Por qué tienes esas armas tan poderosas? ¿De dónde vienes tú?", preguntó el duende con curiosidad.

D sonrió y comenzó a contarle al duende la historia de su linaje y cómo había heredado la responsabilidad de proteger los mundos. Le explicó que cada arma tenía un propósito específico y solo debían ser usadas en casos extremos para mantener el equilibrio universal.

Mientras compartían historias, la tormenta finalmente pasó y el duende se preparaba para partir. Antes de irse, le dijo a D:"Gracias por tu hospitalidad y por compartir tus conocimientos conmigo. Ahora sé que incluso los seres más poderosos pueden tener un corazón amable.

"D asintió con gratitud y despidió al duende con una sonrisa cálida. A partir de ese día, Roca de Guía se convirtió en un lugar legendario donde criaturas fantásticas podían encontrar no solo protección, sino también sabiduría y amistad inesperada.

Y así, la magia del bar atendido por D continuó inspirando a todos aquellos que se aventuraban a cruzar su umbral, recordándoles que incluso en medio del misterio más profundo siempre hay espacio para la bondad y el entendimiento mutuo.

FIN.

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