El basquetbolista valiente
Ciro era un niño muy talentoso en el basquetbol. Todos los días, después de la escuela, se iba directo al club Vélez para practicar con sus amigos.
Él sabía que si seguía entrenando duro, podría llegar a ser como su ídolo Manu Ginóbili. Una tarde, después de una intensa práctica, Ciro decidió regresar a casa caminando solo. La calle estaba tranquila y el sol comenzaba a ponerse cuando de repente escuchó unos ruidos extraños detrás suyo.
Al darse vuelta, se dio cuenta que había una horda de zombies acercándose hacia él. - ¡Oh no! ¿Qué voy a hacer? - pensó Ciro asustado mientras trataba de correr lo más rápido posible.
Pero entonces recordó algo que su abuelo le había enseñado: "La pelota es tu mejor amiga". En ese momento sacó su pelota mágica y empezó a driblarla con todas sus fuerzas mientras corría por la calle.
Los zombies intentaban atraparlo pero él era demasiado rápido y ágil gracias a todo lo que había aprendido en el basquetbol. De repente, un gigante apareció frente a Ciro y lo agarró con sus enormes manos. - ¡Déjame ir! - gritó Ciro desesperado.
Pero el gigante no parecía entenderlo, así que Ciro decidió usar su astucia y habilidad para escapar.
Comenzó a saltar sobre las manos del gigante usando su pelota como impulso hasta llegar al techo de una casa cercana donde pudo esconderse hasta que los zombies pasaron de largo. Finalmente, Ciro llegó a su casa sano y salvo después de haber enfrentado a los zombies y al gigante.
Desde ese día, se dio cuenta que el basquetbol no solo era un deporte divertido sino también una herramienta muy útil para enfrentar situaciones difíciles en la vida.
A partir de ese momento, Ciro se dedicó aún más a entrenar y mejorar sus habilidades en el basquetbol para estar siempre preparado ante cualquier adversidad que pudiera presentarse en su camino.
FIN.