El beso de Lara

Lara era una niña muy especial, desde que nació siempre tuvo un brillo en los ojos que llamaba la atención de todos.

Pero lo más curioso de Lara era el beso de hada que tenía en su frente, sus padres le contaban que cuando era bebé, un hada vino a visitarla y le dio un beso mágico para protegerla siempre. Lara creció rodeada de amor y cariño, pero también enfrentando algunos desafíos.

A menudo se sentía diferente a los demás niños y eso la hacía sentir triste. Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, encontró un pequeño pajarito herido en el suelo.

"Pobrecito ¿estás bien?" - preguntó Lara acercándose al pequeño animalito. El pajarito no podía volar y parecía tener una patita lastimada. Lara decidió llevarlo a casa para cuidarlo hasta que pudiera volar nuevamente. Con mucho amor y dedicación, Lara cuidó al pequeño pajarito durante varias semanas.

Le daba agua fresca y semillas para comer todos los días, además le hablaba dulcemente para darle ánimo.

Un día mientras estaban juntos en el jardín de su casa, algo increíble sucedió: El pajarito comenzó a mover sus alas con mucha fuerza e intentó volar. Al principio fue difícil pero después logró remontarse unos metros por encima del pasto. Lara saltaba emocionada al ver cómo su amiguito había recuperado la libertad de volar otra vez gracias a ella.

Ahora comprendía lo importante que es ayudar a los demás, y que todos tenemos habilidades especiales que pueden hacer una gran diferencia en el mundo. Desde ese día, Lara comenzó a buscar maneras de ayudar a otros animales necesitados.

Se unió a un grupo de niños voluntarios que trabajaban para proteger la naturaleza y cuidar de los animales del bosque. Aprendió mucho sobre las plantas, los árboles y los animales que viven allí.

Con su beso mágico de hada en la frente, Lara se convirtió en una niña valiente y decidida. Ya no se sentía diferente, sino especial por tener la oportunidad de ayudar a otros seres vivos.

Y así, mientras crecía rodeada del amor de su familia y amigos, Lara descubrió su verdadera pasión: cuidar del planeta y todas sus criaturas maravillosas.

Gracias al beso mágico del hada en su frente, hoy es una protectora incansable de la naturaleza y un ejemplo para todos aquellos que quieren hacer del mundo un lugar mejor.