El beso que despertó a la princesa



Había una vez en un reino lejano una hermosa princesa llamada Blancanieves, que vivía junto a su malvada madrastra la Reina Grimhilde.

La Reina, celosa de la belleza de Blancanieves, decidió deshacerse de ella enviándola al bosque para que nunca regresara. Blancanieves, asustada pero valiente, se adentró en el oscuro bosque sin imaginar lo que le esperaba. Mientras caminaba entre los árboles, se encontró con siete simpáticos enanitos que trabajaban en una mina cercana.

Ellos acogieron a Blancanieves y la ayudaron a encontrar un hogar seguro lejos de la malvada Reina. Un día, la Reina Grimhilde descubrió que Blancanieves seguía viva y decidió tomar medidas drásticas.

Con ayuda de su espejo mágico, creó una manzana envenenada que haría caer a Blancanieves en un profundo sueño del cual no despertaría jamás. La malvada Reina se disfrazó como una anciana inocente y fue hasta donde Blancanieves se encontraba para ofrecerle la manzana envenenada.

Blanco Nieves confiando ingenuamente aceptó comerla cayendo así́ en un profundo sueño. Los siete enanitos regresaron justo a tiempo para encontrar a Blancanieves dormida y con gran tristeza pensaron que había muerto.

Pero uno de ellos recordó una leyenda sobre un príncipe valiente capaz de despertar a quien estuviera bajo el hechizo más profundo con un beso sincero. El príncipe llegó al bosque tras escuchar sobre la bella princesa dormida y decidido besó tiernamente a Blancanieves rompiendo así́ el hechizo maligno.

Los ojos de Blancanieves se abrieron lentamente mientras sonreía al ver al apuesto príncipe frente a ella.

"-¡Has roto el hechizo! ¡Gracias por salvarme!", exclamó emocionada Blancanieves mientras abrazaba al príncipe y luego a sus fieles amigos los siete enanitos quienes celebraban felices. La noticia sobre el despertar de Blancanieves se extendió rápidamente por todo el reino y pronto llegó también a oídos de la malvada Reina Grimhilde.

Llena de ira e impotencia, decidió huir lejos sabiendo que su maldad no tendría cabida con tanto amor y bondad presentes.

Blancanieves aprendió muchas lecciones durante su aventura: descubrió el valor de la amistad verdadera, la importancia de ser valiente frente a los desafíos y cómo el amor siempre triunfa sobre el mal. Desde entonces vivió feliz junto al príncipe y sus amigos los siete enanitos, demostrando que incluso los cuentos más oscuros pueden tener finales felices si hay bondad en el corazón.

Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Que vivan los cuentos renovados!

FIN.

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