El Bicho Amable



Había una vez, en un bosque encantado, un bicho muy raro llamado Pompitos. Tenía los ojos del color de la tierra, un pelaje suave y marrón, dientes grandes y pequeños, y una lengua tan azul como el cielo.

A pesar de ser tan extraño, Pompitos era el bicho más amable que jamás hubieran conocido en el bosque. Siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos, sin importar la situación. "Buenos días, Pompitos", saludaba Lucas la ardilla. "Buenos días, Lucas.

¿En qué puedo ayudarte hoy?", respondía Pompitos con una sonrisa. Un día, mientras Pompitos paseaba por el prado, vio a una mariposa atrapada entre las ramas de un árbol. Sin dudarlo, el bicho amable subió y rescató a la mariposa.

Ella, agradecida, le dio una semilla que brillaba como una estrella. "Siembra esta semilla en el jardín del lirio azul y verás algo maravilloso", le dijo la mariposa antes de volar.

Pompitos siguió el consejo de su amiga y plantó la semilla en el jardín del lirio azul. Para su sorpresa, esa noche la semilla creció y se convirtió en un árbol con hojas plateadas que brillaban bajo la luz de la luna.

El árbol era mágico, y cada hoja tenía el poder de curar a los animales enfermos. Desde ese día, Pompitos se convirtió en el guardián del árbol mágico, ayudando a todos los seres del bosque con sus poderosas hojas plateadas.

Todos los animales acudían a él en busca de ayuda, y Pompitos siempre estaba allí, amable y dispuesto como siempre.

Y así, el bicho raro y amable se convirtió en una leyenda en el bosque encantado, recordando a todos que la bondad y la amistad pueden desencadenar maravillas inesperadas.

FIN.

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