El Bicho y la Gran Construcción



Había una vez un pequeño bicho llamado Bicho que vivía felizmente en su cueva, ubicada en un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores. Un día, mientras Bicho disfrutaba de un soleado día de primavera, escuchó un ruido extraño que provenía del exterior.

'¿Qué es ese ruido?', se preguntó Bicho, asomándose fuera de su cueva. Para su sorpresa, vio a varios constructores que estaban derribando su casita.

- '¡Hey, ¿qué están haciendo? Esto es mi hogar!', gritó Bicho, asustado. Los constructores, que no se habían dado cuenta de que estaba ahí, se detuvieron y miraron al pequeño bicho.

- '¡Oh! Lo sentimos mucho, pequeño amigo', dijo uno de los constructores, agachándose para verlo mejor. 'Estamos aquí para construir un nuevo camino y no sabíamos que vivías aquí.'

Bicho se sintió un poco aliviado, pero aún preocupado por su hogar.

- 'Es mi casa, la he hecho con tanto esfuerzo. Necesito un lugar donde vivir.'

Los constructores se miraron entre sí, preocupados.

- 'Lo entendemos, Bicho. Pero el camino es muy importante para que la gente pueda caminar y disfrutar de este hermoso jardín. ¿Hay algo que podamos hacer para ayudarte?'

Bicho pensó por un momento, deseando que su hogar no se destruyera.

- 'Podrían quizás hacer la construcción un poquito más lejos de aquí, así no me quedaré sin casa.'

Los constructores se reunieron y comenzaron a discutir la propuesta de Bicho. Después de unos minutos, uno de ellos se acercó nuevamente al pequeño bicho.

- '¡Esa es una gran idea! Vamos a hacer que el camino curve y pase un poco más lejos de tu cueva. Así podrás seguir viviendo aquí tranquilamente.'

Bicho, lleno de alegría, empezó a saltar de felicidad.

- '¡Sería maravilloso! ¡Muchísimas gracias!'

Agradeció a los constructores, quienes comenzaron a trabajar en la nueva dirección del camino. La construcción avanzaba, y Bicho notó que se sentía bien ver cómo todos colaboraban juntos para hallar una solución.

Sin embargo, al día siguiente, Bicho notó que la construcción se había detenido. Intrigado, salió nuevamente de su cueva y se acercó a los trabajadores.

- '¿Qué está pasando? ¿Por qué no trabajan hoy?'

Uno de los constructores explicó con una expresión preocupada en su rostro.

- 'Nos encontramos con unos árboles que queremos cuidar, pero tenemos que trabajar rápido para que no se dañen.'

Bicho pensó en lo valioso que era el jardín y cómo todos los habitantes, incluidos los árboles, formaban parte de su hogar.

- '¿Y si hacemos una pausa y buscamos juntos una nueva manera de construir que respete a los árboles y a mi casa?' sugirió Bicho.

Los constructores sonrieron, agradecidos por la ayuda del pequeño bicho.

- '¡Claro! ¿Podrías ayudarnos a decidir juntos el nuevo plan?'

Bicho se sintió orgulloso de poder contribuir. Junto a los constructores, pasaron horas diseñando y pensando en la mejor forma de construir el camino sin dañar nada. Finalmente, llegaron a un acuerdo que funcionó para todos.

Días después, el camino fue inaugurado, y Bicho tuvo una gran idea.

- '¡Qué tal si plantamos flores a lo largo del nuevo camino para que todos puedan disfrutar de su belleza!'

Los constructores amaron la idea y juntos plantaron hermosas flores a lo largo del camino. Desde entonces, Bicho no solo protegió su hogar, sino que también ayudó a embellecer el jardín con su idea.

- 'Nunca imaginé que podría hacer algo tan bonito junto a ustedes', dijo Bicho, sonriendo.

Y así, todos aprendieron que con diálogo y colaboración se podían encontrar soluciones que beneficiaran a todos. Bicho sintió que su hogar no solo era su cueva, sino también el jardín entero que compartía con los demás.

Desde ese día, Bicho vivió feliz en su cueva, recordando siempre la importancia de cuidar su hogar y trabajar en equipo con sus amigos, los constructores. El jardín se convirtió en un lugar aún más hermoso gracias a su colaboración, y Bicho se aseguró de contar su historia a todos los nuevos habitantes del jardín.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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