El Bosque de Amigos



Había una vez una perrita llamada Eluney, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosos campos y árboles frondosos. Eluney era muy juguetona y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un sapo llamado Croquetas. Al principio, Eluney tenía miedo de acercarse al sapo, ya que había escuchado muchas historias sobre su veneno. Pero Croquetas parecía amigable y le dijo a Eluney que no tenía nada de qué preocuparse.

"¡Hola! ¿Quién eres tú?"- preguntó Eluney con curiosidad. "¡Hola! Soy Croquetas, el sapo más divertido del bosque"- respondió él con una sonrisa. Eluney decidió confiar en Croquetas y juntos comenzaron a explorar el bosque.

Descubrieron cuevas secretas llenas de luciérnagas brillantes y ríos cristalinos donde podían refrescarse en los días calurosos. Al pasar el tiempo, Eluney y Croquetas se convirtieron en los mejores amigos. Pasaban todo el día jugando y riendo juntos.

No importaba si estaban corriendo por los prados o saltando entre las rocas del río, siempre se divertían mucho. Un día soleado, mientras caminaban por el bosque, vieron a unos animalitos tristes sentados bajo un árbol.

Eran unos conejitos que habían perdido su madriguera debido a un fuerte viento. "¿Qué les pasó?"- preguntó preocupada Eluney. "Se nos voló nuestra madriguera y ahora no tenemos donde vivir"- respondió uno de los conejitos con lágrimas en los ojos.

Eluney y Croquetas se miraron y supieron que tenían que ayudar a sus nuevos amigos. Decidieron construir una nueva madriguera para ellos, utilizando ramas, hojas y piedras del bosque. Trabajaron duro hasta que terminaron de construir la casita.

Los conejitos estaban muy agradecidos por su ayuda y prometieron ser amigos para siempre. Eluney y Croquetas se sintieron felices al ver las sonrisas en los rostros de los conejitos. Desde ese día, Eluney, Croquetas y los conejitos se convirtieron en un equipo inseparable.

Juntos exploraban el bosque, ayudaban a otros animales necesitados e incluso organizaban divertidas fiestas bajo la luz de la luna.

La amistad entre Eluney, Croquetas y los conejitos enseñó a todos en el bosque sobre la importancia de ayudarse mutuamente y trabajar en equipo. Aprendieron que no importa cuánto miedo tengamos al principio o qué tan diferentes parezcamos, siempre podemos encontrar algo especial en cada uno de nosotros.

Y así fue como Eluney amiga perrita encontró en Croquetas sapo un verdadero amigo para toda la vida. Y juntos demostraron cómo una amistad puede marcar una gran diferencia en el mundo. Fin.

FIN.

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