El Bosque de la Amistad
Había una vez en un hermoso bosque, una reina llamada Kilie Jean. Ella era conocida por su valentía y sabiduría, pero sobre todo por su amor hacia todos los animales que habitaban en el lugar.
Siempre estaba dispuesta a ayudarlos y protegerlos. Un día, mientras paseaba por el bosque, Kilie Jean se encontró con un pequeño perrito llamado Feucho.
Tenía el pelaje desaliñado y algunas manchas en la cara que lo hacían ver diferente a los demás perros del bosque. Pero eso no le importó a Kilie Jean, quien de inmediato sintió cariño por él. "Hola Feucho", dijo Kilie Jean con una sonrisa bondadosa.
"¿Cómo te encuentras?"Feucho levantó la cabeza tímidamente y respondió: "No muy bien, Reina Kilie Jean. Me siento triste porque los demás perros siempre se burlan de mí por mi apariencia".
Kilie Jean acarició al perrito y le dijo: "Feucho, no importa cómo te veas por fuera, lo importante es lo que hay dentro de ti. Eres especial tal como eres". Feucho sonrió tímidamente y junto a Kilie Jean siguieron caminando hasta encontrarse con una perrita llamada Condi.
Ella tenía las patitas más cortas de lo normal y muchas veces sentía vergüenza al caminar junto a otros perros más altos. "Hola Condi", saludó Kilie Jean amablemente.
"¿Qué te trae aquí hoy?"Condi bajó la cabeza avergonzada y respondió: "Reina Kilie Jean, me siento triste porque no puedo correr tan rápido como los demás perros. Siempre me quedo atrás y eso me hace sentir diferente".
Kilie Jean acarició a Condi y le dijo: "Condi, no importa cuán rápido puedas correr, lo importante es que siempre des lo mejor de ti. Eres valiosa tal como eres". Feucho y Condi se miraron el uno al otro y sintieron una conexión especial. Ambos compartían la experiencia de ser diferentes a los demás animales del bosque.
Kilie Jean tuvo una idea brillante para ayudarles a superar sus inseguridades. Organizó una carrera en el bosque y reunió a todos los animales para participar en ella.
Cuando llegó el día de la carrera, Feucho estaba nervioso pero decidido a dar lo mejor de sí mismo. Condi también estaba emocionada por mostrar su valentía ante los demás. La carrera comenzó y aunque Feucho no era el más rápido, demostró un gran espíritu de lucha y perseverancia.
Corrió con todas sus fuerzas hasta cruzar la meta entre aplausos y felicitaciones. Condi también dio lo mejor de sí misma durante la carrera, sin importarle quedar detrás del resto. Su determinación fue admirada por todos los animales del bosque.
Al finalizar la competencia, Kilie Jean coronó a Feucho como el "Perro Más Valiente" y a Condi como la "Perra Más Determinada".
Todos celebraron sus logros con alegría y reconocieron que ser diferente no era algo negativo, sino un motivo para destacarse aún más. Desde ese día, Feucho y Condi se convirtieron en grandes amigos y juntos ayudaron a otros animales del bosque a aceptarse tal como eran.
Kilie Jean estaba orgullosa de ellos y les recordaba siempre que lo más importante es amarse a uno mismo y valorar las cualidades únicas que cada uno posee.
Y así, gracias al amor y la sabiduría de Kilie Jean, el bosque se transformó en un lugar donde todos los animales aprendieron a aceptarse, respetarse y vivir en armonía.
FIN.