El Bosque de la Amistad


Había una vez un niño llamado Mateo, quien era muy aventurero y curioso. Un día, decidió explorar el bosque que se encontraba cerca de su casa.

Sin embargo, mientras caminaba entre los árboles altos y frondosos, se dio cuenta de que había perdido el rumbo y no sabía cómo regresar a casa. Mateo comenzó a sentirse asustado y solitario.

Caminó durante horas tratando de encontrar el camino de vuelta, pero cada paso que daba parecía llevarlo más adentrado en el bosque. Estaba empezando a perder la esperanza cuando escuchó ruidos provenientes de lejos. Siguiendo los sonidos, Mateo llegó hasta una pequeña cabaña donde vivía una familia: papá Juan, mamá Marta y su hija Sofía.

La familia estaba sorprendida al ver a Mateo allí solo en medio del bosque. - ¡Hola! ¿Quién eres tú? - preguntó Sofía con voz amable. - Hola... Me llamo Mateo.

Me he perdido en el bosque y no sé cómo volver a casa - respondió él con timidez. La familia sintió mucha empatía por Mateo y decidieron ayudarlo. - No te preocupes, Mateo. Te llevaremos de vuelta a tu hogar - dijo papá Juan con seguridad.

Juntos emprendieron el camino hacia la casa de Mateo.

Durante el trayecto, conversaron animadamente sobre sus vidas y descubrieron que tenían muchas cosas en común: les gustaban las mismas películas animadas, disfrutaban jugando juegos al aire libre e incluso compartían un amor por la música. A medida que avanzaban, Mateo se dio cuenta de que no solo estaba encontrando el camino a casa, sino también nuevos amigos.

La familia de Sofía le mostró cómo encontrar pistas en la naturaleza para orientarse y cómo reconocer los sonidos de los diferentes animales del bosque. Finalmente, llegaron a la casa de Mateo y se despidieron con una gran sonrisa. - Gracias por haberme ayudado a volver a casa.

Además, me hicieron sentir parte de su familia - dijo Mateo con gratitud. La familia asintió y respondió:- Siempre estaremos aquí para ayudar a otros cuando lo necesiten.

Y recuerda, Mateo, nunca debes tener miedo de pedir ayuda cuando te sientas perdido o confundido. Desde ese día en adelante, Mateo siempre recordaría la importancia de la amistad y el apoyo mutuo.

Él sabía que podía contar con su nueva familia del bosque si alguna vez volvía a perderse o necesitaba un hombro en el que apoyarse. Y así fue como una aventura inesperada llevó al encuentro de una amistad duradera entre Mateo y la familia de Sofía.

Juntos demostraron que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay alguien dispuesto a tender una mano amiga.

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