El bosque de la amistad



Había una vez un hermoso bosque en donde vivían muchos animales silvestres. Entre ellos se encontraban el león, el elefante, la jirafa, el mono y la serpiente.

Todos eran muy buenos amigos y siempre se cuidaban unos a otros. Un día, mientras disfrutaban de la tranquilidad del bosque, escucharon un fuerte rugido que los hizo temblar de miedo. Era una bestia grande y feroz que había llegado al bosque para sembrar el caos y apoderarse de todo.

El león era el más valiente de todos los animales y decidió enfrentarse a la bestia. Pero cuando intentó atacarla, recibió un golpe tan fuerte que lo dejó debilitado en el suelo. Los demás animales no sabían qué hacer.

Estaban asustados pero no querían dejar solo al león en su momento más difícil. Fue entonces cuando decidieron unirse para luchar contra la bestia. La jirafa usó su largo cuello para darle patadas a la bestia desde arriba.

El elefante lanzó chorros de agua con su trompa para confundirla. El mono saltaba ágilmente entre los árboles, lanzando ramas y frutas hacia ella. La serpiente se deslizaba por el suelo y mordía sus patas traseras.

A pesar de todos sus esfuerzos, parecía que la bestia era invencible. Estaba a punto de acabar con ellos cuando algo inesperado ocurrió: una mariposa multicolor voló hasta donde estaban peleando.

- ¡Alto! - exclamó la mariposa con una voz suave pero firme -. ¿Por qué pelean? No es así como se resuelven los problemas. Los animales, sorprendidos por la aparición de la mariposa, dejaron de luchar y escucharon atentamente sus palabras.

- Somos diferentes, pero eso no significa que debamos pelear. Cada uno de ustedes tiene habilidades únicas y juntos pueden lograr cosas increíbles. Si se unen en lugar de luchar entre sí, podrán vencer cualquier obstáculo.

Los animales reflexionaron sobre las palabras de la mariposa y entendieron que tenían razón. Se miraron unos a otros y decidieron dejar atrás sus diferencias para unirse contra la bestia. Esta vez, en lugar de pelear cada uno por su cuenta, trabajaron en equipo.

El león lideró el ataque mientras los demás animales lo apoyaban desde distintos ángulos. Fue una batalla dura y difícil, pero poco a poco fueron debilitando a la bestia hasta que finalmente lograron derrotarla.

Cuando todo terminó, los animales celebraron su victoria y se felicitaron unos a otros. Habían aprendido una gran lección: que cuando nos unimos y aprovechamos nuestras fortalezas individuales, podemos superar cualquier adversidad.

Desde aquel día, el león, el elefante, la jirafa, el mono y la serpiente se convirtieron en inseparables amigos. Juntos protegían el bosque y ayudaban a todos los demás animales que lo habitaban.

Y así fue como este grupo de amigos demostró al mundo entero que las diferencias no deben separarnos sino unirnos, y que la amistad y la colaboración son las mejores armas para enfrentar cualquier desafío.

FIN.

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