El Bosque de la Amistad



En un bosque encantado vivían el oso, el zorro, el pato, el águila y el búho. Cada día, compartían sus alimentos y jugaban juntos sin importar las diferencias entre ellos.

Un día soleado, el oso pescó un pez enorme en el río. Estaba tan emocionado que decidió guardarlo solo para él. El resto de los animales se acercaron hambrientos al verlo y le pidieron compartirlo. "¡Oso, por favor! ¡Compartí tu pescado con nosotros!", suplicó el zorro.

Pero el oso respondió con arrogancia: "No pienso compartir mi deliciosa presa con nadie. Yo lo pesqué y es mío". El zorro intentó convencerlo una vez más: "Compartir nos hace felices a todos. No seas egoísta, amigo".

Sin embargo, el oso se negó rotundamente y se alejó hacia su cueva para disfrutar su comida en solitario.

Los demás animales decidieron reunirse en secreto para idear un plan que les permitiera obtener algo de ese sabroso pescado sin la ayuda del oso. El águila propuso distraer al oso mientras que el pato intentaría arrebatarle un pedazo de pescado. Así lo hicieron. Mientras tanto, el búho observaba desde lo alto de un árbol con preocupación.

Sabía que no era correcto robar ni engañar a alguien solo porque no quería compartir. Finalmente, lograron quitarle un trozo al oso y escaparon rápidamente antes de ser descubiertos.

Pero cuando llegaron a repartirlo entre todos, se dieron cuenta de algo importante: habían perdido la alegría y la armonía que solían tener cuando compartían todo como amigos.

El búho voló hasta donde estaban los demás y les dijo con voz sabia: "La verdadera riqueza no está en acumular cosas para uno mismo, sino en saber compartir lo que tenemos con generosidad y amor. Solo así podremos mantener nuestra amistad fuerte y duradera". Los animales comprendieron la lección aprendida aquél día gracias al conflicto por no compartir el pescado.

Desde entonces volvieron a ser inseparables compañeros que valoraban la amistad por sobre cualquier tesoro material. Y así fue como en aquel bosque encantado reinaba la paz y la solidaridad entre todas las criaturas que lo habitaban.

Moraleja: "La verdadera riqueza está en saber compartir lo que tenemos con generosidad y amor. "

FIN.

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