El Bosque de la Colaboración
En un bosque encantado vivían el perro, el lobo, la abeja y el ganso.
Cada uno de ellos tenía una personalidad muy diferente: el perro era amigable y juguetón, el lobo era astuto pero solitario, la abeja trabajadora y diligente, y el ganso un poco presumido pero de buen corazón. Un día, una sequía azotó el bosque y todos los animales empezaron a preocuparse por la falta de alimentos.
El perro propuso compartir lo que cada uno tenía para poder sobrevivir juntos. El lobo no estaba muy convencido al principio, ya que siempre había sido individualista, pero finalmente aceptó unirse al plan.
La abeja compartió su miel con los demás animales, el ganso ofreció sus huevos para alimentarlos y el perro cazó algunos conejos para todos. Pronto descubrieron que juntos podían superar cualquier dificultad. Un día, mientras exploraban el bosque en busca de comida, se encontraron con una familia de zorros hambrientos.
A pesar de que los zorros solían ser sus enemigos naturales, decidieron ayudarlos compartiendo su comida con ellos. "¡Gracias por ayudarnos! Nunca olvidaremos su generosidad", dijo la madre zorro con lágrimas en los ojos.
Los animales del bosque aprendieron una valiosa lección ese día: que cuando se comparte lo que se tiene con los demás, no solo se ayuda a quienes lo necesitan sino que también se fortalecen los lazos de amistad y solidaridad entre todos.
Desde entonces, el perro, el lobo, la abeja y el ganso siguieron compartiendo todo lo que tenían sin importar las diferencias entre ellos. Juntos construyeron un hogar donde reinaba la armonía y la felicidad. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: compartir es cuidar.
FIN.