El bosque de la comunicación



Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, dos hermanas llamadas Lola y Sofía. A pesar de ser muy diferentes entre sí, se querían mucho.

Lola era extrovertida, siempre buscando aventuras y emociones nuevas, mientras que Sofía era más tranquila y disfrutaba de la calma del hogar. Un día, las hermanas descubrieron un reloj mágico en el ático de su casa.

Este reloj tenía la capacidad de detener el tiempo y transportar a quienes lo usaran a diferentes lugares y épocas. Fascinadas por este hallazgo, decidieron probarlo juntas. Al darle cuerda al reloj y girar sus manecillas, fueron llevadas a un bosque encantado donde los árboles hablaban y los animales cantaban.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que estaban atrapadas en ese lugar mágico porque el reloj se había quedado sin energía. - ¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer ahora, Lola? -preguntó preocupada Sofía. - Tranquila, Sofi.

Seguro encontraremos una solución juntas -respondió Lola con determinación. Las hermanas comenzaron a explorar el bosque en busca de ayuda.

En su camino se encontraron con un hada madrina que les dijo que para volver a casa debían resolver un problema entre ellas que venían arrastrando desde hace tiempo: la falta de comunicación. Lola y Sofía se miraron sorprendidas, pero sabían que era cierto. Habían estado tan ocupadas persiguiendo sus propios intereses que se habían olvidado de escucharse mutuamente.

Decidieron sentarse bajo un árbol y hablar sinceramente sobre sus sentimientos, expresando lo mucho que se querían y lo importante que eran la una para la otra. Fue un momento emotivo que fortaleció aún más su vínculo como hermanas.

De repente, el reloj mágico comenzó a brillar con intensidad y las transportó de vuelta a su hogar justo a tiempo para la cena familiar.

Desde ese día, Lola y Sofía aprendieron a valorar sus diferencias como fortalezas complementarias y nunca más volvieron a tener problemas de comunicación. El reloj mágico se convirtió en un recordatorio constante de la importancia de escucharse mutuamente en cualquier situación.

Y así, las dos hermanas vivieron muchas más aventuras juntas, enfrentando cada desafío con amor y comprensión.

FIN.

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