El Bosque de la Lealtad
En un rincón mágico del bosque, donde los árboles hablaban y los ríos cantaban, vivía un grupo de adorables animales y unas valientes niñas hadas. Las hadas eran conocidas por su destreza para ayudar a los demás y su inquebrantable sentido de la lealtad.
Un día, la hada Lila, con su cabello de pétalos rosas, se encontraba con sus amigas en un claro del bosque. Mientras recogían flores, el sabio búho Don Búho se acercó volando y dijo:
"¡Hadas, crucial es que estén atentas! Se han avistado por aquí a las traviesas sombras, unas hadas malvadas que buscan robar la luz del bosque."
Las hadas se miraron entre sí y decidieron que debían hacer algo. Lila lideró el grupo con gran determinación, porque sabía que juntos podrían enfrentar cualquier aventura.
"Debemos proteger nuestra magia y la luz. Vamos a preparar un plan", sugirió Lila.
Mientras tanto, las sombras, lideradas por la hada oscura Mara, se reían en su cueva.
"¡Nadie puede detenernos! Con la luz del bosque, seremos las hadas más poderosas de todas!", exclamó Mara.
Era la hora del plan. Lila y sus amigas decidieron que una estrategia de distracción sería clave. En la noche mágica, mientras las sombras intentaban robar la luz, las hadas usaron su magia para atraer a los animales del bosque: conejos, zorros y hasta un oso enorme se unieron a la causa.
"¡Vamos, amigos! No dejaremos que se lleven nuestra luz!", gritó un conejo valiente.
Los animales y hadas se agruparon en el claro, listos para enfrentar a Mara y su pandilla. Cuando las sombras intentaron entrar, se encontraron con un espectáculo de luces y colores, que los desconcertó.
"¿Qué es esto? No podemos seguir así", proclamó Mara, confundida.
En ese momento, Lila se acercó y, con voz firme, dijo:
"No necesitamos pelear. La magia del bosque es para todos, pero la lealtad hacia nuestros amigos es más fuerte. Si se unen a nosotros, podrán experimentar la magia de la amistad."
Mara dudó, pero recordando cómo se sentía a menudo sola entre sombras, empezó a cuestionar su decisión. Una de las hadas, Flor, la miró con amabilidad y dijo:
"Siempre hay un lugar para ti, Mara. Lo único que necesitas es querer ser parte de este bosque."
El silencio se apoderó del lugar mientras Mara procesaba esas palabras. Finalmente, después de un largo suspiro, dijo:
"Quizás sea mejor compartir que robar."
Las hadas y los animales celebraron la nueva unión, y juntos, elaboraron un plan para que no solo la luz del bosque siguiera brillando, sino que todos pudieran vivir en armonía.
Desde ese día, Mara y su pandilla se volvieron leales defensores del bosque, protegiendo la magia de la luz junto con Lila y sus amigas. Así, el Bosque de la Lealtad se volvió un lugar donde, gracias a la valentía y bondad, todos aprendieron que hay más poder en la amistad que en la oscuridad.
Y así, el bosque siguió siendo un hogar maravilloso, lleno de luz, risas y promesas de lealtad, donde cada ser, sin importar su sombra, encontró su lugar.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.