El Bosque de la Melodía Encantada
En un bosque encantado, vivía un hada llamada Melodía, que tenía una cajita musical mágica. Esta cajita musical tenía el poder de hacer felices a todos los seres del bosque con su dulce melodía.
Un día, mientras volaba entre los árboles, Melodía escuchó llantos provenientes de una pequeña cabaña en el borde del bosque. Se acercó sigilosa y vio a una niña llamada Luna mirando por la ventana con tristeza en sus ojos.
"¿Qué te pasa, pequeña Luna? ¿Por qué estás tan triste?" -preguntó Melodía con voz suave. Luna se sorprendió al ver al hada y le contó que extrañaba a su familia que había tenido que partir lejos por un tiempo.
Estaba sola y añoraba la alegría que solían compartir juntos. Melodía sintió compasión por Luna y decidió ayudarla. Sacó su cajita musical mágica y comenzó a tocar una melodía llena de amor y esperanza.
La música se filtró por la ventana de la cabaña y envolvió el corazón de Luna en calidez. Los árboles empezaron a mecerse al ritmo de la melodía, los pajaritos cantaban más alegres que nunca y hasta las flores desplegaron sus colores con entusiasmo.
Luna sintió cómo la tristeza se iba disipando poco a poco. "¡Gracias, hada Melodía! ¡Qué hermosa canción has tocado! Ahora siento mi corazón lleno de esperanza", dijo Luna con una sonrisa radiante. Melodía sonrió feliz al ver a Luna recuperar su alegría.
Sabía que aún quedaba algo más por hacer para ayudarla completamente. Le hizo un gesto a Luna para que saliera afuera con ella.
Una vez afuera, Melodía guió a Luna hacia un claro en el bosque donde crecían las flores más bellas y coloridas. Allí le enseñó a bailar al ritmo de la música de la cajita musical mágica. Luna reía y giraba junto al hada entre las flores, sintiéndose libre como nunca antes lo había estado.
De repente, cuando menos lo esperaban, apareció un duende travieso llamado Tris quien intentó arrebatarle la cajita musical mágica a Melodía para causar caos en el bosque.
Pero Melodía no iba permitirlo; tocó una melodía aún más poderosa que envolvió al duende en luz dorada haciéndole recordar tiempos felices cuando era joven e inocente. El duende Tris cambió su actitud maliciosa por una curiosidad sincera y empezó a bailar junto con Melodía y Luna sin ninguna intención negativa.
Así fue como gracias al poder sanador de la música y el baile, Melodías logró traer alegrías tanto para Luna como para Tris quien aprendió sobre amistad verdadera aquella tarde inolvidable en el bosque encantado.
Desde entonces cada vez que alguien necesitara ayuda o consuelo podían escuchar desde lejos los acordes mágicos emanados desde esa pequeña caja guardada celosamente por Hada melodia. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero siempre hay espacio para volverlo empezar...
FIN.