El Bosque de la Obediencia



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, tres niños traviesos que siempre se metían en problemas porque no obedecían las reglas.

Martín, Sofía y Lucas eran muy amigos, pero su falta de obediencia los metía en situaciones complicadas. Un día, mientras jugaban cerca del bosque prohibido, escucharon a lo lejos la voz de la sabia anciana del pueblo, Doña Rosa.

Ella les advirtió que nunca debían entrar al bosque, ya que era peligroso y estaba lleno de criaturas misteriosas. Pero los niños, desoyendo sus palabras, decidieron aventurarse en el lugar. Al principio todo parecía divertido: descubrieron plantas extrañas y animales curiosos. Pero pronto se dieron cuenta de que se habían perdido.

El sol comenzaba a ponerse y el bosque se volvía oscuro y siniestro. Asustados, intentaron regresar por donde vinieron, pero todas las direcciones parecían iguales. -¡Estamos perdidos! -exclamó Sofía con lágrimas en los ojos.

-¿Por qué no obedecimos a Doña Rosa? ¡Ahora estamos en un gran problema! -se lamentó Martín. Lucas trató de mantener la calma y recordar lo que había aprendido en sus clases de orientación.

Les dijo a sus amigos que buscara musgo en los árboles para encontrar el norte y así poder salir del bosque. Después de un rato caminando siguiendo las indicaciones de Lucas lograron encontrar el camino correcto gracias al musgo en los árboles. Finalmente salieron del bosque justo cuando comenzaba a amanecer.

Los niños regresaron al pueblo exhaustos pero felices de estar a salvo. Se dirigieron directamente hacia la casa de Doña Rosa para pedirle disculpas por no haberla escuchado y agradecerle por sus consejos sabios.

Doña Rosa los recibió con una sonrisa cálida y les dijo:-Nunca es tarde para rectificar nuestros errores. Lo importante es aprender de ellos y demostrar que somos capaces de cambiar nuestro comportamiento.

Los niños asintieron con gratitud y prometieron ser más obedientes desde ese día en adelante. A partir de entonces, Martín, Sofía y Lucas se convirtieron en ejemplo para todos los niños del pueblo al demostrar cómo la obediencia puede traer seguridad y alegría a sus vidas.

Y colorín colorado este cuento ha enseñado que la obediencia es clave para evitar problemas innecesarios.

FIN.

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