El bosque de la sabiduría



Había una vez dos hermanos, Juani y Sofi, que vivían en una pequeña casa al borde de un espeso bosque. Les encantaba jugar juntos y explorar la naturaleza que tenían a su alrededor.

Un día, decidieron adentrarse un poco más en el bosque para descubrir nuevos lugares para divertirse. Pasaron horas corriendo, saltando y riendo entre los árboles. Pero cuando quisieron regresar a casa, se dieron cuenta de que se habían perdido.

La noche comenzaba a caer y no reconocían el camino de vuelta. Sofi, la hermana menor, comenzó a sentir miedo y lágrimas brotaron de sus ojos. Juani, el hermano mayor, intentaba mantener la calma para cuidar de su hermana.

"Tranquila Sofi, encontraremos el camino de regreso. Solo tenemos que pensar con claridad", dijo Juani con voz serena. Comenzaron a caminar en busca de alguna pista que los guiara hacia su hogar.

Sin embargo, cada paso parecía llevarlos más lejos de su destino. El bosque se volvía oscuro y silencioso, solo interrumpido por los sonidos nocturnos de los animales. De repente, escucharon un leve murmullo proveniente detrás de unos arbustos cercanos.

Con cautela se acercaron y descubrieron a un búho sabio posado en una rama. "¿Perdidos están?" preguntó el búho con voz grave pero amable. Los niños asintieron con timidez mientras contaban lo ocurrido al ave nocturna. "No teman pequeños amigos.

Yo les ayudaré a encontrar el camino correcto", dijo el búho extendiendo sus alas majestuosas. El búho les indicó seguir las estrellas del cielo como guía hacia el norte donde encontrarían un arroyo conocido por ellos cerca de su casa.

Agradecidos por la ayuda recibida, Juani y Sofi siguieron las instrucciones del sabio búho y emprendieron su viaje bajo el manto estrellado.

Durante la travesía recordaron las lecciones aprendidas en sus aventuras anteriores: la importancia de prestar atención al entorno, trabajar juntos como equipo y mantener la calma ante situaciones difíciles. Finalmente llegaron al arroyo familiar e iluminados por la luz del hogar divisaron su casa entre los árboles cercanos. Corrieron emocionados hacia ella donde fueron recibidos con abrazos cálidos por sus padres preocupados.

Desde ese día Juani y Sofi aprendieron que incluso en momentos oscuros siempre hay una luz que nos guiará si confiamos en nosotros mismos y nos mantenemos unidos frente a las adversidades del camino.

FIN.

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