El Bosque de la Sabiduría
Era un hermoso día soleado en la villa de los cinco amigos: Aminadab, Abigail, Elieth, Gabriel, Adrian y Deivis. Mientras jugaban en el arroyo, Deivis mencionó una antigua leyenda.
"¿Han oído hablar del Bosque de la Sabiduría?" - preguntó emocionado.
"Dicen que quien entre, puede aprender lo que más necesita saber" - agregó Gabriel, con los ojos brillantes de curiosidad.
"¡Deberíamos ir a buscarlo!" - exclamó Abigail.
Aminadab sintió un cosquilleo en su estómago. "¡Sí! Vayamos a aventurarnos!" - dijo con entusiasmo.
Así, los cinco amigos emprendieron su viaje hacia el bosque, sabiendo que había que atravesar un sendero lleno de sorpresas.
**(IMAGEN DE UN CAMINO EN EL BOSQUE CON LUCES Y SOMBRAS)**
En el camino, se encontraron con una anciana que parecía muy sabia.
"¿A dónde van, pequeños aventureros?" - les preguntó con una sonrisa.
"¡Vamos al Bosque de la Sabiduría!" - respondieron al unísono.
La anciana sonrió y dijo: "Para llegar, deben resolver un acertijo. Escuchen con atención: 'Canto sin voz, vuelo sin alas, soy lo que da vida en cada palabra que sale'. ¿Qué soy?"
Los amigos se miraron entre sí, pensando intensamente.
Después de unos minutos, Elieth exclamó: "¡Es el Conocimiento!"
La anciana asintió, satisfecha. "Exacto. Pueden pasar, pero recuerden que la sabiduría no solo se encuentra en el bosque; también vive en sus corazones."
**(IMAGEN DE LA ANCIANA SONRIENTE)**
Los niños continuaron su camino emocionados. Finalmente, llegaron a una entrada mágica al Bosque de la Sabiduría. Las hojas brillaban como si tuvieran luz propia.
"¡Es precioso!" - gritó Adrian, maravillado.
Mientras exploraban, se encontraron con un árbol gigante que tenía un libro entre sus ramas.
"Debemos leerlo. Quizás haya algo importante para nosotros" - sugirió Aminadab.
**(IMAGEN DE UN ÁRBOL GIGANTE CON UN LIBRO BRILLANTE)**
Al abrir el libro, las páginas comenzaron a brillar y palabras mágicas salieron.
"ADOPTAR, RESPETAR, ESCUCHAR, APRENDER" - leyeron todos juntos.
De repente, cada uno comenzó a recordar momentos importantes en los que habían aplicado alguna de esas lecciones.
"¡Eso es! Adoptamos siempre nuevas ideas cuando aprendemos" - dijo Elieth.
"Y debemos respetar las diferencias de los demás, eso es vital" - comentó Gabriel.
Pero, de pronto, una oscura sombra apareció en el bosque. Era un dragón de las dudas, que los miraba con ojos desafiantes.
"¿Qué creen que pueden hacer aquí? ¡No hay lugar para ustedes!" - rugió el dragón.
**(IMAGEN DE UN DRAGÓN MISTERIOSO QUE RUGE)**
Los amigos, ahora asustados, se agruparon.
"Debemos enfrentarlo juntos" - dijo Adrian.
"Sí! Usamos lo que aprendimos del libro" - agregó Deivis.
Con valentía, comenzaron a recordar cada lección importante. Cada uno, a su manera, habló con el dragón.
"¡Escucha mis ideas, porque la amistad es fuerte!" - gritó Abigail.
El dragón comenzó a perder fuerza al escuchar sus palabras.
"Podemos aprender juntos. No necesitamos pelear" - dijo Aminadab.
El dragón empezó a calmarse y su sombra se desvaneció poco a poco.
Finalmente, desapareció en un resplandor de luz.
"¡Lo hicimos!" - exclamaron todos, abrazándose.
**(IMAGEN DE LOS NIÑOS ABRAZADOS CELEBRANDO)**
Regresaron a su villa con una maravillosa lección.
"La sabiduría está en lo que aprendemos y en cómo aplicamos ese conocimiento" - dijo Elieth.
Desde ese día, siempre compartieron sus enseñanzas con los demás, porque entendieron que la sabiduría se multiplica al compartirla.
Y así, cada vez que necesitaban una respuesta, recordaban su aventura en el Bosque de la Sabiduría.
**(IMAGEN AL CON UN ARCOIRIS Y LOS AMIGOS JUNTOS)**
FIN.