El Bosque de las Amistades
En un colorido bosque donde los árboles contaban historias y los ríos susurraban secretos, vivían tres amigos inseparables: Leo el león, Tita la tortuga y Juli el jaguar. A pesar de ser diferentes, su amistad era tan fuerte como el viento que soplaba entre las hojas.
Una mañana, mientras jugaban cerca del lago, Juli exclamó: - ¡Mirad allí, hay un nuevo sendero que no habíamos visto antes! - ¿Vamos a explorarlo? - propuso Leo emocionado. - Sí, pero tengamos cuidado. No sabemos qué interesante puede haber al final - agregó Tita con su voz tranquila.
Sin pensarlo dos veces, comenzaron su aventura. El sendero estaba cubierto de flores, y a medida que avanzaban, encontraron todo tipo de animales que nunca habían visto. Pero, de repente, se escuchó un estruendo. Un árbol enorme se había caído, bloqueando el camino de regreso.
Juli, un poco inquieto, declaró: - ¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer ahora?
- Tranquilos, podemos hacerlo juntos. Vamos a unir nuestras fuerzas - respondió Leo, decidido. - Pero no tengo mucha fuerza para mover ese árbol - se lamentó Tita. - No importa, todos tenemos algo que aportar - contestó Juli.
Entonces, los tres comenzaron a pensar. - ¡Ya sé! - dijo Leo, y su voz sonó firme como un trueno. - Yo puedo empujar el árbol con mi fuerza, pero necesito que ustedes me ayuden a calcular la dirección.
- ¡Yo puedo guiarte! - dijo Juli, mientras se subía a la rama de un árbol cercano. - Y yo, ¡yo haré lo que pueda! - añadió Tita, tratando de empujar el árbol desde el lado.
Concludieron el plan y se pusieron en marcha. Leo se colocó detrás del árbol, Juli miraba desde arriba y Tita aportaba su fortaleza, aunque era pequeña. Después de varios intentos y mucho esfuerzo, lograron mover el árbol lo suficiente para abrir un camino.
- ¡Lo hicimos! - gritaron todos al unísono, llenos de alegría.
En ese momento, un pájaro que había estado observando les dijeron: - Ustedes tres son un gran ejemplo. Juntos son más fuertes y pueden lograr lo que se propongan.
Después de ese día, los amigos comprendieron que la amistad, la solidaridad y la unión eran la clave para superar cualquier obstáculo que se presentara en su camino. Regresaron a casa muy felices, sabiendo que juntos podían enfrentar cualquier desafío.
Y así, en el Bosque de las Amistades, siempre recordaron aquella aventura. Desde entonces, cada vez que se encontraban con un problema, los tres repetían: - Recuerda, juntos somos más fuertes. - Y, efectivamente, siempre encontraban la solución.
La moraleja de esta historia es que la verdadera amistad se fortalece en los momentos difíciles, y que, cuando trabajamos juntos, no hay nada que no podamos lograr.
FIN.