El bosque de las flores mágicas

En un rincón del bosque encantado, un hada traviesa llamada Aurora descubrió un polvito mágico que hacía llover flores perfumadas. Emocionada por su hallazgo, decidió usarlo para traer alegría y color al bosque.

Cada mañana, mientras todos los animales dormían, Aurora volaba entre los árboles esparciendo su polvito mágico y haciendo que llovieran flores de todos los colores. - ¡Hola, ardilla traviesa! -saludó Aurora a la ardilla más inquieta del bosque.

- ¿Cómo has llegado hasta aquí? -preguntó la ardilla sorprendida. - Soy Aurora, el hada de las flores, y he venido a traer magia al bosque -respondió Aurora con una sonrisa.

La ardilla, emocionada, corrió a contarle a todos los animales sobre el hada y su lluvia de flores. Pronto, el bosque se llenó de risas y colores. Pero un día, la malvada bruja Morgana descubrió el secreto de Aurora y decidió robarle el polvito mágico para usarlo en su propio beneficio.

Al enterarse, los animales del bosque se unieron para ayudar a Aurora. Juntos, crearon un plan para recuperar el polvito mágico y devolverle la magia al bosque.

Tras una emocionante batalla llena de valentía y astucia, lograron vencer a la bruja y devolver el polvito mágico a Aurora. El bosque volvió a llenarse de flores mágicas, y Aurora aprendió que la verdadera magia estaba en el amor y la amistad de sus amigos del bosque.

Desde entonces, cada vez que llovía, el bosque se llenaba de colores y alegría. Y Aurora, convertida en la protectora de la naturaleza, cuidaba de que la magia de las flores perdurara para siempre.