El Bosque de las Ideas
Érase una vez en un hermoso bosque, donde los árboles eran altos y los animales vivían en paz. En este bosque, todos los animales tenían trabajo y cada uno cumplía un rol muy importante. Había un grupo de animales que decidió crear una empresa muy especial, que ayudaría a que todos trabajaran juntos y fueran felices.
El líder de este grupo era un búho llamado Don Sabio, que siempre tenía buenos consejos. Un día, reunió a todos los animales en un claro del bosque.
"Queridos amigos, hoy nos reunimos para hablar de una idea maravillosa. Quiero que juntos formemos una empresa para cuidar nuestro hogar y ayudar a todos los que viven aquí" - dijo Don Sabio con su voz profunda.
Todos los animales aplaudieron emocionados. La ardilla, llamada Susi, preguntó:
"¿Y cómo funcionará nuestra empresa?"
"Tendremos que organizarnos. Cada uno tendrá un rol. Yo seré el director, y nuestra empresa se llamará 'El Bosque de las Ideas'" - explicó Don Sabio.
El grupo decidió que cada animal tendría una función. Susi, la ardilla, sería la responsable de la comunicación, mientras que Lucho, el lobo, se encargaría de la seguridad del bosque. La tortuga Tuli se encargará de las finanzas porque siempre guardaba bien sus nueces. El zorro, que era muy astuto, se convertiría en el encargado de mercadeo para conseguir el apoyo de los demás animales.
"¡Bien! estamos listos para comenzar!" - exclamó Don Sabio.
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que todas esas tareas parecían demasiado para ellos. El zorro se sentía frustrado porque no podía encontrar la forma de convencer a otros animales para unirse a su causa y Lucho a veces se olvidaba de revisar los alrededores.
Una mañana, mientras estában en una reunión, Don Sabio escuchó que Susi se quejaba:
"No creo que podamos hacerlo. Todo está muy desorganizado. "
"No te angusties. Tal vez solo necesitemos cambiar un poco nuestra estructura" - sugirió Don Sabio.
Justo en ese momento, apareció un viejo búfalo llamado Don Poderoso, que era conocido por su sabiduría.
"Hola, queridos amigos. ¿Qué les preocupa?" - preguntó.
Don Sabio le explicó la situación.
"Piensen en sus fortalezas. Tal vez todos juntos puedan crear equipos" - sugirió Don Poderoso.
El grupo reflexionó y decidió que lo mejor era formar pequeños equipos: un equipo de comunicación, un equipo de seguridad y otro de finanzas. Cada equipo elegiría un líder para que los ayudara a organizarse. Con esta nueva estructura empresarial, los animales se sintieron renacer.
"¡Eso suena genial!" - gritó Susi, llena de energía.
"Y yo puedo ayudar a Lucho a mantener la seguridad en su equipo" - dijo sin dudar Tuli.
Con sus nuevos equipos, todo comenzó a fluir. Lucho pudo organizarse mejor y Tuli se aseguró de que haya suficiente comida para todos. El zorro, por su parte, encontró una forma de hacer un gran cartel promocional para invitar a otros animales a unirse a su causa.
Las semanas pasaron y la empresa ‘El Bosque de las Ideas’ prosperó. Más animales se unieron y todos trabajaban felices. Pero un día, ocurrió algo inesperado. Un gran viento azotó el bosque y derribó varias ramas. El equipo de Lucho se encargó rápido de limpiar el camino, pero alguien tuvo que ayudar a los animales asustados.
Don Sabio, al ver la situación, dijo:
"Ahora necesitamos que todos nuestros equipos trabajen juntos. Unánse para ayudar a los demás."
"¡Por supuesto!" - Respondió Lucho, y en un instante, todos se pusieron a trabajar juntos, ayudando a los demás animales a recuperarse.
Después de un emocionante día de trabajo, el bosque volvió a la normalidad. Al final del día, Don Sabio reunió a todos.
"Miren lo que hemos logrado juntos. No solo tenemos una empresa que trabaja, sino también una comunidad que se ayuda y respeta" - dijo orgulloso.
Los animales aplaudieron y se sintieron felices por lo que habían construido.
Desde entonces, ‘El Bosque de las Ideas’ no solo fue una empresa, sino un lugar donde cada animal se sintió valorado y aprendido la importancia de trabajar en equipo. Todos sabían que juntos podían superar cualquier desafío. Y así, el bosque prosperó en armonía, mostrando como una buena estructura empresarial puede llevar a todos hacia el éxito.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.