El Bosque de las Letras



En un pequeño pueblo rodeado de un hermoso bosque, vivía Tomás, un niño alegre y curioso que tenía un problema con la disografía. A pesar de sus esfuerzos, le costaba mucho trabajo escribir correctamente las letras y palabras en la escuela. Esta dificultad lo ponía triste, ya que sus compañeros solían burlarse de él.

Un día, la maestra Ana organizó una excursión al Bosque de las Letras. Según la leyenda, en lo más profundo del bosque habitaba la Guardiana de las Letras, quien poseía el secreto para ayudar a aquellos que tenían dificultades con la escritura.

Los niños se adentraron en el bosque, maravillados por la exuberante naturaleza que los rodeaba. Pronto, llegaron a un claro donde se alzaba un árbol gigante con hojas que parecían letras del alfabeto.

- Miren chicos, ¡estamos en el Bosque de las Letras! - exclamó la maestra Ana emocionada.

De repente, un hada apareció frente a ellos, era la Guardiana de las Letras. Con su voz melodiosa les dijo:

- Bienvenidos, pequeños. Veo que uno de ustedes necesita mi ayuda. ¿Quién es?

Tomás, tímidamente levantó la mano, y la Guardiana se acercó a él con una sonrisa cálida.

- No te preocupes, querido Tomás. En el Bosque de las Letras encontrarás la fuerza y la sabiduría para superar tus dificultades. Pero primero, deberás superar tres desafíos.

El primer desafío consistía en encontrar las letras del abecedario escondidas entre los árboles. Con determinación, Tomás buscó y encontró cada una de las letras, recordando sus formas y sonidos.

El segundo desafío fue escribir su nombre completo en el suelo con palos y hojas. A pesar de sus nervios, Tomás se concentró y logró escribir su nombre correctamente, con la ayuda de sus compañeros que lo alentaban.

Finalmente, el tercer desafío era crear una historia con las letras que habían recolectado. Tomás cerró los ojos y dejó volar su imaginación, escribiendo una hermosa historia que sorprendió a todos.

La Guardiana de las Letras sonrió con orgullo y le dijo:

- Has demostrado valentía, perseverancia y creatividad, Tomás. Estos son los verdaderos tesoros que te ayudarán a superar cualquier dificultad. Nunca olvides el poder de las palabras y la belleza de tu propia historia.

Desde ese día, Tomás volvió a la escuela con un nuevo brillo en sus ojos. Gracias a su experiencia en el Bosque de las Letras, aprendió a enfrentar sus desafíos con coraje y creatividad. La maestra Ana y sus compañeros lo apoyaron en su camino, y juntos descubrieron el increíble mundo que se abría ante ellos, gracias al poder de las letras y la imaginación.

FIN.

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