El bosque de las mariposas inquietas
En un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos vivía Marco, un niño con mucha energía y una imaginación desbordante. Marco tenía TDAH, lo que a veces lo hacía sentir diferente de los demás niños.
Pero eso no le impedía ser curioso y aventurero. Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, vio unas mariposas brillantes revoloteando a su alrededor. Quedó fascinado por su belleza y decidió seguirlas.
Las mariposas lo guiaron hacia el bosque, donde se adentró sin dudarlo. -¡Esperen, mariposas! ¡No me dejen solo! -gritaba Marco mientras las perseguía entre los árboles. Las mariposas lo llevaron a través de un camino lleno de retos y obstáculos.
Marco tuvo que saltar sobre rocas, cruzar un río usando troncos como puentes improvisados y esquivar ramas que colgaban de los árboles. A pesar de su TDAH, se concentraba al máximo para superar cada desafío.
Finalmente, las mariposas lo condujeron a una pradera llena de flores multicolores y una cascada cristalina en el centro. Marco se quedó sin aliento ante tanta belleza. -¡Gracias por traerme hasta aquí! Nunca había visto algo tan increíble -dijo Marco emocionado.
Las mariposas brillantes comenzaron a volar alrededor de él en círculos, creando figuras mágicas en el aire. De repente, una voz dulce resonó en la pradera. -Has demostrado valentía y determinación al seguirnos hasta aquí, Marco.
Eres más fuerte de lo que crees -dijo la voz misteriosa. Marco buscó con la mirada a la dueña de esa voz y vio a una hada luminosa acercándose hacia él. -Soy el hada Iris y estas maravillosas mariposas son mis amigas.
Ellas te han llevado hasta aquí para mostrarte que tu TDAH no es un obstáculo, sino una parte especial e importante de quién eres -explicó el hada Iris con ternura.
Marco escuchaba atentamente las palabras del hada Iris mientras las mariposas continuaban danzando alegremente a su alrededor. -A partir de hoy, tendrás nuestro apoyo siempre que lo necesites. Recuerda que tu mente inquieta es capaz de lograr grandes cosas si aprendes a canalizarla adecuadamente -añadió el hada Iris antes de desaparecer entre destellos dorados.
Marco sintió una paz interior que nunca antes había experimentado. Comprendió que su TDAH era parte fundamental de su ser y que podía utilizarlo para alcanzar sus sueños más increíbles.
Decidió regresar a casa con ese nuevo conocimiento en su corazón y una sonrisa radiante en su rostro. A partir de ese día, Marco supo que cada día era una nueva aventura por descubrir y estaba listo para enfrentarla con valentía y alegría.
FIN.