El Bosque de las Sombras Olvidadas
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de un inmenso bosque, un niño llamado Lucas que pasaba sus días explorando la naturaleza. Le encantaba descubrir cosas nuevas y vivir aventuras. Sin embargo, había una parte del bosque que siempre había evitado: una zona cubierta por una densa niebla.
Un día, decidido a enfrentar su miedo, Lucas se adentró en esa niebla misteriosa. "¡Voy a descubrir qué hay detrás de esta bruma!" - se dijo a sí mismo, con determinación.
A medida que caminaba, las sombras de los árboles parecían bailar a su alrededor. "Hola, buen viajero" - escuchó de repente. Lucas se detuvo en seco y miró a su alrededor.
"¿Quién ha hablado?" - preguntó, sintiendo un pequeño escalofrío.
"Soy el Guardián del Bosque, un ser que protege los secretos de este lugar" - respondió una sombra que se materializó ante él. Era un ser de luces suaves, con ojos que brillaban como estrellas.
"¿Por qué está toda esta niebla aquí?" - inquirió Lucas con curiosidad.
"Esta niebla oculta los sueños olvidados de aquellos que alguna vez pasaron por aquí. Muchos se han perdido en la rutina y han dejado de soñar. Mi trabajo es recordarles su destino" - explicó el Guardián, mientras danzaba suavemente.
Lucas se intrigó. "¿Cómo puedo ayudar?" - preguntó, sintiéndose valiente de repente.
"Solo aquellos que están dispuestos a encontrar la magia en su corazón pueden ayudarme. Si te adentras más en el bosque, encontrarás un árbol especial. Frutos mágicos crecen en sus ramas. Pero ten cuidado, las sombras pueden intentar desanimarte" - advirtió el Guardián, señalando con su mano resplandeciente.
Sin pensarlo dos veces, Lucas siguió el camino que le había indicado. El aroma del bosque le llenaba los pulmones mientras se adentraba más profundo. No obstante, pronto se encontró con varios desafíos: caminos bloqueados por ramas enredadas, ruidos extraños que lo hacían dudar y sombras que parecían susurrarle a su alrededor "¿Para qué te esfuerzas? Nunca encontrarás nada aquí" - decían.
Sin embargo, Lucas recordaba las palabras del Guardián y persistía. "¡No! Yo puedo lograrlo!" - se decía a sí mismo, clamando a su propia valentía.
Finalmente, después de mucho esfuerzo, Lucas llegó a un enorme árbol que se alzaba majestuoso, con hojas brillantes que reflejaban la luz de una manera mágica. En sus ramas, podía ver unos frutos que brillaban con un color dorado extraordinario.
"Los frutos de la esperanza y la alegría" - murmuró Lucas asombrado. "¡Es hermoso!"
Al alcanzarlos, comprendió que el verdadero poder de esos frutos era recordar a las personas lo que les hacía felices. "¡Voy a llevar esto a mi pueblo!" - exclamó emocionado. "Todos deben volver a soñar!"
Y así comenzó su camino de regreso, pero las sombras lo perseguidas. "No puedes volver, ¿quién te va a creer? Es solo una fantasía..." - le decían.
"¡Mis sueños son reales y los compartiré!" - Lucas contestó con firmeza. Recordó todos los momentos mágicos que vivió en el bosque y se sintió lleno de energía.
Descendiendo el árbol, cuya sabiduría lo había guiado, Lucas decidió que no más sombras lo detendrían. Con cada paso que daba, las sombras comenzaron a desvanecerse al recordar que sus sueños también existían. Luchó hasta llegar de nuevo a la claridad del bosque.
Al regresar a su pueblo, Lucas reunió a todos los habitantes y, con su brillo en los ojos, comenzó a contarles sobre su aventura, sobre el Guardián, y sobre los frutos que traía consigo. "¡Es hora de recordar nuestros sueños!" - dijo mientras mostraba los frutos dorados.
Poco a poco, los aldeanos se llenaron de inspiración. Cada uno empezó a recordar lo que alguna vez los hizo sonreír, sus pasiones olvidadas, sus anhelos perdidos. En poco tiempo, el pueblo se convirtió en un lugar de renovadas alegrías y metas.
Lucas había aprendido que todos tienen un destino que perseguir, y que la niebla del olvido solo existe si se deja de soñar. Ahora, el bosque no era más un lugar de temor, sino un espacio lleno de vida, color y oportunidades. Y así, siempre que la niebla descendiera, Lucas sabía que con cada nueva aventura, había magia esperando a ser descubierta.
FIN.