El Bosque de los Amigos


Había una vez un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, donde vivían muchos niños felices. Pero en el bosque que rodeaba el pueblo se decía que habitaba una criatura misteriosa y aterradora.

Un día, cinco amigos llamados Martina, Lucas, Sofía, Juan y Valentina decidieron explorar el bosque. Era un lugar oscuro y espeso, pero los niños no tenían miedo. Al adentrarse en el bosque, comenzaron a escuchar ruidos extraños.

El viento soplaba fuerte entre los árboles y las ramas crujían bajo sus pies. De repente, algo pasó volando por encima de ellos. -¡¿Qué fue eso? ! -exclamó Lucas asustado. -No lo sé, pero deberíamos seguir adelante -dijo Martina valientemente.

Continuaron caminando hasta llegar a una casa abandonada en medio del bosque. La puerta estaba entreabierta y parecía invitarlos a entrar. Aunque dudaban si hacerlo o no, su curiosidad pudo más y decidieron entrar cautelosamente. Dentro de la casa encontraron un libro antiguo sobre mitología local.

En él se hablaba de una criatura conocida como "El Guardián del Bosque", que protegía la naturaleza y castigaba a aquellos que dañaban su hogar.

Los niños empezaron a leer sobre las travesuras que había hecho la criatura para mantener alejados a los intrusos del bosque: apagar fogatas misteriosamente, hacer desaparecer objetos valiosos e incluso asustar a quienes osaran adentrarse demasiado en su territorio. Asustados, los amigos decidieron salir de la casa y volver al pueblo.

Pero cuando llegaron a la entrada del bosque, se dieron cuenta de que estaban perdidos. No reconocían ningún camino y el sol comenzaba a ocultarse. -¡No podemos quedarnos aquí toda la noche! -exclamó Valentina preocupada.

De repente, escucharon un ruido proveniente de los arbustos cercanos. El corazón les latía rápido mientras veían cómo una figura oscura se acercaba lentamente hacia ellos. -¡Es el Guardián del Bosque! -susurró Juan asustado.

Pero para sorpresa de los niños, la criatura resultó ser un anciano amable llamado Don Ernesto. Les explicó que vivía en una pequeña cabaña cerca del bosque y que era conocido como "El Guardián" porque cuidaba y protegía a las plantas y animales del lugar.

Don Ernesto les ofreció llevarlos de regreso al pueblo y les explicó cómo orientarse en el bosque para no perderse nuevamente. Los niños aprendieron sobre la importancia de respetar la naturaleza y entender que todos somos responsables de cuidarla.

Agradecidos por su ayuda, los amigos regresaron a Villa Esperanza con una valiosa lección aprendida: nunca juzgar por las apariencias y siempre tratar a todos con amabilidad y respeto.

Desde aquel día, Martina, Lucas, Sofía, Juan y Valentina se convirtieron en defensores del medio ambiente del pueblo. Juntos organizaron limpiezas comunitarias y promovieron actividades educativas para enseñar a otros niños sobre la importancia de cuidar la naturaleza.

Y así, Villa Esperanza se convirtió en un lugar donde todos vivían en armonía con el bosque y aprendieron que incluso los lugares más oscuros pueden esconder grandes sorpresas.

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