El Bosque de los Cuidadores


Érase una vez en el Bosque Abierto, vivía un grupo de árboles que necesitaban cuidado y amor. Dos personas, Martina y Tomás, se aventuraron a cuidarlos.

Martina era una joven entusiasta que amaba la naturaleza, mientras que Tomás, un tanto perezoso, no encontraba interés en cuidar los árboles. Un día, Martina y Tomás se encontraron con un bosque desordenado y descuidado. Martina tomó un rastrillo y comenzó a limpiar alrededor de los árboles, cantando y hablando con ellos.

Mientras tanto, Tomás se sentó a descansar, sin mostrar ningún interés en trabajar. Días después, comenzó a notarse un cambio en el bosque. Los árboles que Martina cuidaba estaban más verdes y fuertes, mientras que los de Tomás estaban marchitos y débiles.

Al ver esto, Martina se acercó a Tomás para explicarle la importancia de cuidar el bosque.

-Tomás, ¿no ves cómo los árboles a los que no prestas atención están sufriendo? Todos los seres vivos necesitan amor y cuidado para crecer sanos y fuertes. Necesitamos cuidar y proteger nuestro bosque. Tomás reflexionó sobre las palabras de Martina y finalmente decidió unirse a ella en el cuidado de los árboles.

Juntos, trabajaron arduamente para regar, limpiar y proteger a cada uno de los árboles. Con el tiempo, el bosque floreció más que nunca, y los árboles crecieron altos y majestuosos. Martina y Tomás aprendieron que el cuidado y la dedicación traen vida y felicidad a nuestro entorno.

El Bosque Abierto se convirtió en un lugar hermoso y próspero, gracias al amor y cuidado de sus custodios.

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