El Bosque de los Decididos



En un bosque frondoso y colorido, vivía un grupo de animales que eran muy buenos amigos. Entre ellos estaba Rocco, un pequeño conejo blanco, que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Su mejor amiga, Lila, una alegre ardilla, era conocida por su curiosidad y su valentía.

Un día, mientras exploraban, Rocco y Lila se encontraron con un nuevo personaje en el bosque: un zorro astuto llamado Bruno. El zorro tenía una sonrisa encantadora y les decía a todos que podía enseñarles a ser más valientes.

"¡Hola, amigos! - dijo Bruno con su voz suave. - Soy Bruno, el zorro. Les tengo un juego divertido. Si me siguen, les enseñaré a atrapar las estrellas del cielo. ¡Es muy emocionante!"

Los ojos de Rocco se iluminaron con la idea de las estrellas, pero Lila sintió un pequeño nudo en el estómago.

"Rocco, ¿es seguro seguirlo? No lo conocemos bien. ¿Y si es una trampa?"

"¡Oh, Lila! - respondió Rocco. - No seas tan miedosa. ¡Es un juego! ¿No quieres atrapar estrellas?"

Lila dudó, pero decidió no hacer falta más. Estaba emocionada, pero también le preocupaba dejar de lado a su amiga. Así que todo el grupo siguió al zorro.

Una vez en un claro del bosque, Bruno les mostró un pequeño lago.

"¡Miren! - dijo Bruno, señalando el reflejo del cielo. - Las estrellas están aquí, pero necesitamos saltar sobre el agua para atraparlas. ¡Vamos! ¡El primero que lo logre será mi mejor amigo!"

El corazón de Rocco latía con fuerza y sin pensarlo, se lanzó al agua. Lila, en cambio, dudó.

"Espera, Rocco. No creo que sea seguro. El agua es muy profunda y podrías caer!"

"No seas aburrida, Lila. ¡Ven! ¡Es divertido!"

Lila se quedó en la orilla, sintiendo la presión de hacer lo que hacían los demás. Pero recordó lo que una vez le había dicho su mamá:

"Siempre cuídate, Lila. Si algo te hace sentir incómoda, está bien decir que no."

En ese momento, Lila estaba segura de que no quería arriesgarse:

"¡No! ¡No quiero hacer eso!" - gritó firmemente.

Rocco se detuvo, sorprendido.

"Pero… ¿por qué no? Todos están saltando. ¡Es un juego!"

Lila, sintiéndose más fuerte, respondió:

"Porque no me siento bien al respecto. Y si seguimos a Bruno, podría no ser tan divertido como parece. ¡Puede que sea peligroso!"

El zorro comenzó a fruncir el ceño.

"¿Pero qué pasa si se pierden la mejor aventura de sus vidas?"

"Puede que prefiramos estar a salvo que en una aventura peligrosa. Tan solo porque todos lo hagan, no significa que sea correcto. ¡Decir 'no' también es una decisión valiente!" - Lila exclamó.

Bruno comenzó a sentirse incómodo, su plan no estaba saliendo como esperaba.

"¡Vaya! Nunca pensé que una ardilla fuera tan dura. Pero no se preocupen, puedo buscar a otros."

Bruno se alejó, refunfuñando. Rocco miró a Lila, un poco confundido.

- “¿Estás segura de que hiciste lo correcto? Todo el mundo estaba emocionado.”

- “A veces, hacer lo correcto no es lo más popular, pero es lo más importante. Tu seguridad siempre debe ser lo primero.” – le dijo Lila con una sonrisa.

Rocco asintió, dándose cuenta de que su amiga tenía razón.

- “Gracias por ser valiente, Lila. Me ayudaste a recordar que no siempre hay que seguir a los demás. A veces, hay que pensar con la cabeza.”

Ambos amigos regresaron a casa, más fuertes y sabiendo que podían cuidarse. Desde entonces, siempre se apoyaron para tomar decisiones y decir —"no"  cuando algo no les parecía bien.

El bosque, aunque lleno de aventuras, recordaría a partir de entonces que la amistad y la valentía también significan cuidar de uno mismo y decir lo que realmente sientes. Y así, el bosque de los decididos aprendió una importante lección: ser valiente puede ser tan simple como decir ‘no’ cuando lo necesitas.

FIN.

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