El Bosque de los Límites Sanos
En un bosque encantado vivían todos los animales hablantes: el conejo Saltarín, la ardilla Traviesa, el zorro Astuto, la lechuza Sabia y el oso Cariñoso. Todos eran amigos y se divertían mucho juntos, pero a veces surgían conflictos por no respetar los límites de los demás.
Un día, la ardilla Traviesa empezó a esconder las bellotas de la ardilla Amiga, causando mucha tristeza en ella. El conejo Saltarín se dio cuenta y decidió reunir a todos los animales para hablar sobre la importancia de los límites sanos. -Amigos, creo que necesitamos establecer límites para que nadie se sienta herido o triste -dijo el conejo. -Pero, ¿cómo hacemos eso? -preguntó la lechuza Sabia. Entonces, el conejo propuso que cada uno pintara su propio círculo en el suelo y que nadie pudiera entrar sin permiso. Todos estuvieron de acuerdo y cada animal pintó su círculo respetando el espacio de los demás.
Los días pasaron y los animales se sintieron felices al respetar los límites de los demás. Sin embargo, un día el zorro Astuto intentó cazar en el círculo del oso Carñoso. -¡Detente, zorro Astuto! Este es mi espacio y no puedes cazar aquí -dijo el oso. -Lo siento, me equivoqué. Respetaré tu espacio -respondió el zorro. Todos los animales aplaudieron la valentía del oso y el zorro prometió respetar los límites de los demás. Desde ese día, el Bosque de los Límites Sanos se convirtió en un lugar de paz y armonía, donde todos los animales vivían felices respetando los espacios de los demás.
FIN.