El Bosque de los Lobitos

Había una vez, en un precioso bosque, dos hermanitas llamadas Ana y Laura. Un día, mientras jugaban entre los árboles, escucharon un débil sonido proveniente de un arbusto. Con curiosidad, se acercaron y descubrieron dos adorables cachorros de lobos.

Sin dudarlo, decidieron cuidar de ellos. Juntas, construyeron un refugio y compartieron su comida con los lobitos, enseñándoles trucos y jugando con ellos.

Los días pasaron y los lobitos crecieron fuertes y saludables, pero un día, los padres lobos aparecieron preocupados, buscando a sus cachorros. - ¿Qué hacen con nuestros hijos? - preguntaron con voz grave. Las niñas, entristecidas, contaron cómo habían cuidado y querido a los lobitos.

Los padres lobos, conmovidos por el amor y dedicación de las niñas, decidieron confiar en ellas y les prometieron que, a cambio de su bondad, siempre estarían protegidas.

Desde ese día, las niñas y los lobitos jugaron juntos en el bosque, bajo el cuidado amoroso de los padres lobos, formando una amistad eterna y viviendo felices por siempre.