El Bosque de los Mapas Perdidos


Había una vez en la época de los hombres primitivos, un grupo de cazadores que se encontraban perdidos en medio de un bosque espeso y oscuro.

No tenían idea de cómo regresar a su cueva, ya que habían salido a buscar comida y se habían desviado del camino. Los hombres primitivos caminaban sin rumbo, buscando referencias conocidas, pero todo parecía verse igual a su alrededor. Estaban preocupados y comenzaban a sentirse desesperados.

Fue entonces cuando el más sabio del grupo, un hombre llamado Tuk, recordó algo que había escuchado de los ancianos de la tribu: la existencia de mapas.

"¡Chicos! ¡Recuerdo haber oído hablar sobre unos objetos llamados mapas que nos pueden ayudar a ubicarnos en lugares desconocidos!", exclamó Tuk con entusiasmo. Los demás hombres primitivos lo miraron con curiosidad y algo de escepticismo.

Nunca habían escuchado sobre esos —"mapas"  antes, pero estaban dispuestos a probar cualquier cosa que los ayudara a encontrar el camino de regreso. Tuk les explicó que un mapa era como un dibujo que mostraba cómo era un lugar desde arriba, como si alguien estuviera volando sobre él.

Les dijo que si lograban hacer un mapa del bosque donde se encontraban, podrían identificar puntos clave para orientarse y encontrar el camino correcto. Así fue como los hombres primitivos se pusieron manos a la obra.

Utilizaron ramas y piedras para dibujar en el suelo las formas del bosque, marcando árboles grandes, rocas especiales y ríos cercanos. Tuk les enseñó cómo usar flechas para indicar direcciones y distancias aproximadas.

Poco a poco, el mapa fue tomando forma y los hombres primitivos empezaron a comprender cómo estaban ubicados en relación con los elementos representados en él. Se sentían emocionados al ver que tenían una herramienta poderosa para orientarse en lugares desconocidos. "¡Miren chicos! Aquí estamos cerca del río principal.

Si seguimos esta dirección, llegaremos pronto a nuestra cueva", señaló Tuk emocionado mientras señalaba el mapa improvisado. Los demás hombres primitivos asintieron con alegría y renovada esperanza. Siguiendo las indicaciones del mapa lograron finalmente encontrar el camino de regreso a casa.

Estaban felices y sorprendidos por lo útil que resultaba tener un mapa para no perderse en lugares desconocidos. Desde ese día en adelante, los hombres primitivos siempre llevaban consigo algún tipo de mapa cada vez que salían de caza o exploración.

Aprendieron a observar detenidamente su entorno para plasmarlo fielmente en sus mapas e incluso crearon símbolos especiales para representar diferentes elementos naturales. Gracias al descubrimiento de los mapas, los hombres primitivos pudieron ampliar sus horizontes y explorar nuevos territorios con confianza y seguridad.

Se dieron cuenta de la importancia del conocimiento y la planificación para enfrentarse a lo desconocido; lecciones valiosas que transmitirían a generaciones futuras.

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