El bosque de los secretos



Había una vez una niña llamada Lola, a quien le encantaba caminar por el bosque cerca de su casa. Un día, mientras paseaba por el sendero, escuchó un débil gemido que provenía de unos arbustos.

Al acercarse, descubrió a un conejito herido. Sin dudarlo, lo recogió con cuidado y lo llevó a su casa. Después de limpiar la herida, Lola decidió llamarlo Copito. Durante días, cuidó al conejito, dándole comida, agua y mucho cariño.

Para alivio de Lola, la herida de Copito sanó lentamente y pronto, el conejito estaba correteando y saltando alegremente por la casa. Pasaron los días y Lola y Copito se volvieron inseparables, compartiendo aventuras y travesuras en el bosque.

Un día, mientras exploraban un lugar desconocido, se encontraron con un anciano sabio que les contó la leyenda de un árbol mágico que concedía deseos. Emocionados, Lola y Copito se dispusieron a buscar este misterioso árbol. Atravesaron valles, subieron montañas y cruzaron ríos, enfrentando obstáculos y desafíos.

Finalmente, llegaron al lugar donde se encontraba el árbol. Lola cerró los ojos y pidió un deseo: que todos los animales del bosque estuvieran a salvo y felices.

Al abrir los ojos, vieron cómo el bosque cobraba vida, con la llegada de más animales y un brillo especial en sus ojos. Con lágrimas de emoción, Lola entendió que su deseo se había cumplido.

Desde ese día, Lola y Copito continuaron disfrutando del bosque, sabiendo que habían hecho una gran diferencia con su deseo.

FIN.

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