El Bosque de los Sueños



Era un hermoso día en el Bosque de los Sueños, un lugar donde los árboles susurraban secretos y los ríos cantaban melodías. Todos los animales vivían en armonía, hasta que un día, algo extraño sucedió. La alegría del bosque se vio opacada por la llegada de una nube oscura que cubrió el sol. Los pájaros dejaron de cantar, los conejos dejaron de jugar y todos los animales comenzaron a sentirse tristes.

- ¿Qué está pasando? - preguntó Lía, la liebre, a su amigo Tino, el topo.

- No lo sé, pero esta nube tiene que irse. - respondió Tino, escarbando la tierra con su patita.

Decidieron reunir a todos los animales para discutir el problema. En una reunión que se realizó en el claro del bosque, el sabio búho, Don Sabio, tomó la palabra:

- Amigos, esta nube oscura trae tristeza a nuestro bosque. Pero juntos, podemos encontrar una manera de despejarla.

- ¿Cómo podemos ayudar? - preguntó Lucho, el ciervo, con su voz profunda.

Don Sabio explicó que la nube no se iría hasta que el bosque volviera a reír y a estar lleno de alegría. Inspirados por sus palabras, Lía, Tino, Lucho y los demás decidieron organizar una gran fiesta para traer de vuelta la felicidad al bosque.

- ¡Hagamos una celebración! - exclamó Lía emocionada.

- ¡Sí! Pero necesitamos la ayuda de todos - añadió Tino.

Así que comenzaron a correr por todo el bosque, invitando a cada animal. Las ardillas se encargaron de recolectar nueces, las aves se pusieron a cantar melodías alegres, y los erizos hicieron hermosas decoraciones con flores y hojas.

El día de la fiesta, el bosque estaba lleno de color. Los animales bailaban y reían, y de repente, algo extraordinario sucedió: la nube oscura comenzó a desvanecerse poco a poco.

- Miren, ¡lo estamos logrando! - gritó Lucho, saltando de felicidad.

Pero justo cuando todo parecía ir bien, una tormenta empezó a formarse en el horizonte. Todos los animales se miraron alarmados.

- ¡No podemos dejar que la tormenta nos detenga! - dijo Lía, llena de determinación.

- Exacto, debemos seguir con la fiesta - afirmó Lucho.

Con el tiempo corriendo, los animales unieron fuerzas. Juntos comenzaron a cantar más fuerte y a bailar con más energía. La fiesta tomó impulso y, sorprendentemente, la tormenta se desvió, dejando que el sol brillara una vez más sobre el bosque.

- ¡Lo logramos! - exclamó Tino, mientras se giraba hacia sus amigos.

Don Sabio, desde la altura de su rama, sonreía orgulloso.

- Todos ustedes han demostrado que la unión y la alegría son más poderosas que cualquier nube oscura. Cuando trabajamos juntos y somos positivos, podemos superar cualquier dificultad.

Así, el Bosque de los Sueños se llenó de luz, risas y canciones. La nube se desvaneció por completo, y el bosque nunca volvió a ser el mismo. Los animales aprendieron que, si estaban juntos, siempre podrían superar cualquier adversidad.

Desde ese día, cada año celebraban un festival en el bosque, no solo para recordar ese momento, sino también para mantener viva la chispa de la unidad y la alegría. Y así, los animales vivieron felices, sabiendo que la ayuda de sus amigos era el mejor remedio contra la tristeza.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!