El Bosque de los Sueños
En un bosque mágico lleno de árboles susurrantes y flores brillantes, vivía un hada llamada Lila. Ella tenía el poder de hacer crecer las plantas y ayudar a los animales. Un día, mientras volaba por el bosque, escuchó un ruido extraño. Decidió seguir el sonido y se encontró con un grupo de animales reunidos: un conejo, un ciervo y una tortuga.
"¿Qué les pasa, amigos?" - preguntó Lila, acercándose curioseando.
"Estamos preocupados, Lila" - dijo el conejo con voz temblorosa "Hemos notado que algunos árboles están perdiendo sus hojas y no sabemos cómo ayudar."
El ciervo asintió con la cabeza y agregó:
"Sí, y nos gustaría hacer algo, pero no sabemos por dónde empezar."
La tortuga, que era la más sabia del grupo, miró a Lila con ojos llenos de esperanza:
"Tal vez tú puedas ayudarnos a encontrar una solución."
Lila sonrió y dijo:
"Claro que sí, juntos podemos hacer algo maravilloso. Primero, debemos averiguar por qué los árboles están tristes. Vamos a investigar."
Los animales se unieron a Lila y juntos empezaron a explorar el bosque. Al acercarse a un gran roble, notaron que un grupo de hormigas estaba trabajando arduamente arrastrando pequeñas piedras.
"¿Qué están haciendo?" - preguntó el ciervo, asomándose.
"Estamos construyendo un camino, pero cada vez que intentamos ayudar a los árboles, nos interrumpen las piedras. Necesitamos más ayuda" - respondió una hormiga flipante.
Lila tuvo una idea brillante. Decidió organizar una gran reunión donde todos los habitantes del bosque pudieran ayudar. Regresaron al claro donde siempre hacían sus celebraciones y comenzaron a invitar a todos.
"¡Animales del bosque!" - gritó Lila desde lo alto de una roca "¡Haremos un día de trabajo en equipo para ayudar a nuestros árboles! Cada uno puede aportar algo: comida, fuerza, ideas. Juntos somos más fuertes."
Los animales se miraron unos a otros, llenos de entusiasmo. El día siguiente, todos se reunieron. La ardilla trajo nueces, el pájaro se encargó de hacer música, y todos se unieron para poner manos a la obra. Los conejos comenzaron a buscar hojas secas, mientras que las tortugas ayudaban a regar las plantas, y los ciervos levantaban ramas caídas.
Juntos, apoyaron a los árboles y su esfuerzo colectivo trajo alegría al bosque. Las hojas comenzaron a brillar de nuevo y los árboles resplandecían como nunca antes.
Al final del día, todos los animales se sentaron junto a Lila, que los miraba con orgullo.
"¿Ven lo que se puede lograr trabajando juntos?" - dijo Lila sonriente.
"Sí, ahora entendemos que cada uno de nosotros tiene algo valioso para aportar, y que el trabajo en equipo puede hacer maravillas" - exclamó el conejo.
"Además, creo que nunca deberíamos subestimar el poder de la amistad y la colaboración" - añadió la tortuga con sabiduría.
Lila sonrió feliz. Desde entonces, el bosque se llenó de vida y color, y los animales siempre recordaron aquel día como la vez que unieron sus fuerzas para ayudar a sus amigos los árboles. Así, todo aquel que pasaba por el Bosque de los Sueños sabía que la colaboración es la clave para superar cualquier obstáculo.
FIN.