El Bosque de los Sueños
Era un día soleado en el Jardín de la Alegría, donde los pequeños aventureros del grupo de la Seño Nadia estaban listos para una nueva actividad.
La Seño Nadia, siempre cariñosa, simpática y dedicada, les anunció que visitarían el misterioso Bosque de los Sueños. Los niños se emocionaron al instante, escuchando con atención las indicaciones de la Seño. -¡Vamos a adentrarnos en el Bosque de los Sueños! –exclamó la Seño Nadia con entusiasmo.
Los niños se miraron entre sí, expectantes y nerviosos. El bosque estaba lleno de misterios y sorpresas. En el camino, la Seño Nadia les contó que cada árbol del bosque representaba un sueño de algún ser querido. Los niños se maravillaron al escuchar aquella información.
-Cada árbol es especial, guarda un sueño y nosotros tenemos que encontrarlos –explicó la Seño Nadia. Los pequeños, con ojos brillantes, se dispusieron a buscar los sueños escondidos entre los árboles.
Entre risas y aventuras, los niños corrían de un árbol a otro, imaginando los sueños que podrían estar escondidos en su interior. De repente, Mateo, uno de los niños, detuvo a sus compañeros mostrándoles un árbol muy peculiar. -¡Miren este árbol! -exclamó Mateo emocionado.
La corteza del árbol brillaba con destellos coloridos que parecían bailar al ritmo del viento. -¡Es el árbol de los sueños felices! –exclamó la Seño Nadia con alegría. Todos los niños se acercaron al árbol y, con asombro, descubrieron que cada destello representaba un sueño feliz.
La Seño Nadia les explicó la importancia de cuidar y proteger los sueños felices, fomentando la alegría y el amor en sus vidas.
Los niños, con una nueva comprensión, continuaron explorando el bosque, encontrando árboles de sueños de amistad, de valentía, de creatividad y muchos más. Al final del día, regresaron al jardín con los corazones llenos de alegría y enseñanzas.
La Seño Nadia les recordó la importancia de valorar y perseguir sus propios sueños, así como cuidar los sueños de los demás. Los niños asintieron con determinación, sabiendo que cada sueño en el Bosque de los Sueños representaba un tesoro que debían proteger.
Esa tarde, el Bosque de los Sueños se convirtió en su lugar favorito para imaginar, jugar y crecer. Y así, entre sueños y risas, los pequeños aventureros vivieron muchas más emocionantes aventuras junto a su maravillosa Seño Nadia.
FIN.