El Bosque de los Sueños



En un pequeño pueblo llamado Arcoíris, vivía una curiosa niña llamada Valentina. Valentina tenía un gran corazón y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Cada mañana, después de ir a la escuela, visitaba el bosque que se encontraba justo detrás de su casa.

Un día, mientras exploraba el bosque, Valentina escuchó un susurro entre los árboles. "¿Quién está ahí?"- preguntó, asustada pero intrigada. De repente, un pequeño duende apareció frente a ella, brillando con colores del arcoíris. "Soy Lúculo, el duende guardián del Bosque de los Sueños. He estado esperando que llegues, Valentina"-, dijo con una voz suave.

Valentina, sorprendida, le preguntó: "¿Por qué me estás esperando?"- A lo que Lúculo respondió: "Los niños del pueblo están perdiendo sus sueños y necesito tu ayuda para recuperarlos. Cada noche, una sombra oscura se roba los sueños de los niños, dejándolos tristes"-.

Valentina sintió que su corazón se llenaba de tristeza por sus amigos. "¿Cómo puedo ayudar?"- preguntó con determinación. Lúculo sonrió. "Necesitamos reunir a todos los niños del pueblo y crear un gran sueño juntos. Si todos soñamos con fuerza en la misma dirección, podremos vencer a la sombra oscura"-.

Esa tarde, Valentina organizó una reunión en la plaza del pueblo. Con alegría y emoción, le contó a sus amigos sobre el duende y la sombra oscura. "¡Tenemos que unirnos y soñar juntos!"- exclamó Valentina. Los niños, aunque un poco escépticos, aceptaron el desafío.

Esa noche, todos se reunieron en el bosque. Lúculo llevó a los niños a un claro iluminado por miles de luciérnagas. "Lean juntos esta historia de un gran dragón amistoso que vuela por el cielo haciendo felices a todos"-, les dijo Lúculo.

Los niños comenzaron a soñar juntos. "¡Quiero que el dragón lleve a todos a su isla mágica!"- gritó Lucas. "¡Y que haya un arcoíris gigante!"- añadió Sofía. Valentina se unió, "Y que podamos volar como él!"-

Mientras sus sueños crecían, la sombra oscura empezó a sentir la fuerza de la unión de los niños. "¡No puede ser!"- rugió la sombra, viendo cómo los colores empezaban a llenar el claro.

"¡No te dejaremos robar nuestros sueños!"- gritaron todos juntos.

De repente, un rayo de luz emergió del lugar donde los niños soñaban. La sombra, aturdida por la calidez y la complicidad de los sueños de los niños, comenzó a desvanecerse. "¿Qué está pasando?"- chilló la sombra, mientras se derribaba como un castillo de naipes. Valentina, firme y decidida, gritó: "¡Nuestros sueños son más fuertes que tus miedos!"-

Y así, la sombra se desvaneció por completo, llevando consigo la tristeza que había robado a los niños. Lúculo sonrió con orgullo. "Lo han logrado. Ustedes son los verdaderos guardianes de sus sueños"-.

Desde ese día, el Bosque de los Sueños se convirtió en un lugar donde todos los niños del pueblo podían venir a compartir sus sueños, ideas y risas. Valentina y sus amigos aprendieron que, al unirse, podían vencer incluso las sombras más oscuras.

Y así, cada noche en el pueblo de Arcoíris, una nueva historia brillaba bajo las estrellitas, recordando a todos que juntos son más fuertes y que cada sueño vale la pena ser soñado.

"Nunca olvidemos que nuestros sueños son mágicos, ¡y que la amistad es la clave para lograr cualquier cosa!"-, dijo Valentina mientras todos aplaudían entusiasmados.

Fin.

FIN.

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