El Bosque de los Sueños Brillantes



En un rincón lejano del mundo, escondido entre montañas y nubes de algodón, se encontraba un bosque encantado, conocido como el Bosque de los Sueños Brillantes. Allí, las mariposas relucían con colores vivos y los animales hablaban entre sí, compartiendo historias de aventura. En el corazón del bosque vivía una princesa mágica llamada Elara, quien cuidaba de todos los seres que allí habitaban.

Un día, mientras Elara estaba alimentando a los pajaritos en un claro del bosque, escuchó un susurro entre las hojas. Era Lúcio, un chiquillo elfo con el cabello rizado y una sonrisa traviesa.

"¡Princesa Elara! ¡Tienes que venir rápido! La bruja Morgana está otra vez tramando algo!" - exclamó Lúcio, agitado.

Intrigada, Elara lo siguió hasta un viejo árbol cubierto de hiedra. Allí, se encontró con otros elfos y criaturas del bosque que se habían reunido.

"Morgana quiere apoderarse del secreto de las mariposas brillantes para volverlas oscuras y así querer dominar el bosque" - explicó Aria, una elfa con alas brillantes.

"¡No lo podemos permitir!" - dijo Elara con determinación.

Juntos, decidieron que debían encontrar a Morgana y hacerla entrar en razón. Con el sol brillando sobre ellos, se adentraron en la parte más densa del bosque, donde las sombras danzaban y el aire se sentía más pesado.

De pronto, un grupo de zorros apareció ante ellos, y el más grande de ellos habló:

"¿Van en busca de la bruja? Hay un camino por el que pueden pasar, pero deben estar preparados para lo inesperado."

Elara asintió, y tras agradecer a los zorros, continuaron su camino. A medida que avanzaban, condujeron a un claro donde se respiraba magia, y allí, Morgana les esperaba, rodeada de sombras.

"Así que decidieron confrontarme, ¿eh?" - rió Morgana, con una sonrisa maliciosa. "Nunca entenderán mi plan. ¡Quiero que el bosque sea poderoso y temido!"

"Pero eso no es lo que realmente queremos para nuestro hogar. El verdadero poder reside en la unión y en el amor que compartimos aquí," - respondió Elara.

Morgana frunció el ceño, sorprendida por la valentía de la princesa.

"¿Amor? ¿Qué saben ustedes sobre eso?" - desafió.

Entonces, Aria, la elfa, se adelantó y dijo:

"Te invitamos a ver la belleza del bosque a través de nuestros ojos. No necesitas ser temida, serás más fuerte si nos unimos."

La bruja dudó. Nunca había considerado la posibilidad de unirse a ellos. Fue en ese momento que una mariposa brilló con intensidad y se posó en su hombro, y algo en su corazón comenzó a cambiar.

"Tal vez, tal vez estén en lo correcto…" - murmuró Morgana, mientras las sombras empezaban a disiparse. "Quizás nunca es tarde para comenzar de nuevo."

Elara sonrió y le extendió una mano.

"¿Y si trabajamos juntas para proteger el bosque? Podemos encontrar la magia en el amor y la amistad."

Morgana, asombrada por la bondad de la princesa, tomó su mano. A partir de ese día, se unió a Elara y los elfos en la protección del Bosque de los Sueños Brillantes. Juntos crearon un lugar donde la magia brillaba más que nunca, y las mariposas danzaban en armonía con el viento.

Los animales del bosque se llenaron de alegría, y la antigua bruja encontró nuevos amigos entre los elfos y todas las criaturas mágicas. Con el tiempo, Morgana aprendió a usar su magia para el bien, y el bosque prosperó como nunca antes.

Desde aquel día, cada vez que alguien entraba en el bosque, podía escuchar risas y canciones, y ver a los inmensos colores de las mariposas volando. Elara, Morgana y los elfos se convirtieron en los mejores cuidadores del bosque, probando que siempre hay espacio para el cambio y la esperanza.

Y así, el Bosque de los Sueños Brillantes se llenó de amor, alegría y magia, recordando a todos que la verdadera fuerza está en la unión y en la bondad. Fin.

FIN.

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