El Bosque de los Sueños Perdidos
En un pequeño pueblo argentino, había un lugar mágico que todos conocían como el Bosque de los Sueños. En este bosque vivían criaturas fantásticas y animales que podían hablar. Sin embargo, a medida que los humanos descuidaban el entorno, el bosque empezó a mostrar señales de tristeza y deterioro.
Un día, una niña llamada Lila, que amaba la naturaleza, decidió aventurarse en el bosque. Lila tenía una conexión especial con el lugar; desde pequeña, su abuela le contaba historias sobre los guardianes del bosque y los animales que lo habitaban.
"Si solo pudieran ver lo que hacemos con el mundo, quizás cambiarían su forma de actuar", pensaba Lila mientras caminaba.
Cuando llegó al corazón del bosque, se encontró con una pequeña ardilla llamada Tico, que olfateaba buscando algo entre los restos de basura que habían dejado algunos visitantes descuidados.
"¡Hola! ¡Soy Tico! ¿Qué haces aquí?" - le preguntó emocionado.
"Hola, soy Lila. Vine a ver cómo están los árboles y los animales" - respondió Lila.
Tico frunció el ceño "No muy bien, la verdad. Hay mucha basura y los humanos no cuidan su hogar. Las flores están marchitándose y los ríos están sucios."
Lila se sintió triste al escuchar esto y decidió ayudar. "¿Qué puedo hacer para ayudar al bosque y a ustedes?" - preguntó.
Tico se iluminó "¡Podés organizar un gran día de limpieza! Así más niños y adultos vendrán a ayudar. Necesitamos que la gente entienda lo importante que es nuestro hogar."
Lila volvió a su casa y armó un volante: "¡Gran Día de Limpieza del Bosque de los Sueños!". Cuando lo llevó al colegio, algunos niños se mostraron escépticos.
"¿Por qué debemos preocuparnos? No es nuestra casa" - dijo un chico llamado Lucas.
Pero Lila les respondió:
"Si no hacemos algo, el bosque morirá y también los animales. Se está apagando la magia que todos amamos. ¡Ven a ver lo que se puede hacer!".
Finalmente, el día de la limpieza llegó. Niños y adultos de todo el pueblo se unieron.
"¡Mirá cuanta basura!" - exclamó una niña llamada Sofía, sorprendida por lo que encontraban.
Lila, con una bolsa en mano, supervisaba y sonreía al ver cómo todos trabajaban juntos.
"¡Esta es nuestra oportunidad de hacer del bosque un lugar lleno de vida otra vez!" - exclamó Lila.
Después de horas de trabajo, al finalizar el día, el bosque brillaba. Los animales empezaron a salir, incluidos los pájaros que habían estado escondidos, asustados por el desorden. Tico subió a una rama y gritó con alegría "¡Lo logramos! El bosque está renaciendo!".
Pero entonces, un gran silencio invadió el bosque. Un ruido ensordecedor se escuchó a lo lejos. Era una máquina que comenzaba a acercarse, un grupo de trabajadores iba a talar algunos árboles.
"¡No! ¡Tenemos que hacer algo!" - gritó Lila, mirando a sus amigos.
Tico y los demás animales le miraron con preocupación, pero Lila tuvo una idea brillante. "¡Vamos a hablar con ellos! Si les explicamos lo que estamos haciendo y la importancia del bosque, quizás se detengan".
Con ese valor, Lila se armó de coraje y se acercó a los trabajadores.
"¡Hola!" - llamó Lila. "¿Podemos hablar? Estamos limpiando el bosque porque es nuestro hogar y el de los animales. Si lo talan, perderemos todo lo que hemos logrado hoy."
Los trabajadores se miraron entre ellos y uno respondió:
"No lo sabíamos, pensábamos que no estaba habitado."
Lila, sonriendo, les mostró los animales que comenzaban a jugar entre los árboles. "Y si se detienen, quizás puedan ayudarnos a cuidar este lugar en vez de destruirlo. Por favor, dennos una oportunidad."
Conmovidos por las palabras de Lila y el esfuerzo del pueblo, los trabajadores decidieron cancelar la tala y prometieron ayudar a cuidar el bosque.
Desde aquel día, el Bosque de los Sueños volvió a florecer. Todos aprendieron la importancia del cuidado del medio ambiente y la biodiversidad. Lila se convirtió en una gran defensora de la naturaleza, y junto a Tico, ayudaron a otros pueblos a cuidar sus bosques y alentar a más niños a amar su entorno.
"Prometemos nunca dejar que el bosque se apague de nuevo." - dijo Lila mientras Tico le sonreía, orgulloso de su amiga.
Fue un día para recordar, un día en el que los sueños no solo fueron recuperados, sino que florecieron y contagiarían a futuros guardianes del bosque.
Y así, El Bosque de los Sueños siguió siendo un lugar mágico, lleno de vida, donde cada árbol contaba una historia y cada animal tenía un amigo humano que cuidaba de él.
FIN.