El Bosque del Arcoíris
Había una vez, en un hermoso bosque asturiano llamado "El Bosque Encantado", donde los árboles vivían felices y llenos de vida.
Pero poco a poco, los árboles comenzaron a sentirse tristes y débiles debido a la deforestación y al cambio climático que estaban afectando su hogar. Los niños del Colegio del Arcoíris, ubicado cerca del bosque, se dieron cuenta de la tristeza de los árboles y decidieron hacer algo al respecto.
Ellos sabían que necesitaban aprender cómo cuidar los bosques para ayudar a sus amigos arbóreos. Un día, la maestra Ana les habló sobre la importancia de los árboles y cómo ellos nos brindan aire limpio para respirar.
Los niños prestaron mucha atención e hicieron preguntas curiosas sobre cómo podrían ayudar. -¡Maestra Ana! ¿Qué podemos hacer para salvar a nuestros amigos árboles? -preguntó Lucas con entusiasmo. La maestra sonrió y respondió: -¡Muy buena pregunta! Podemos empezar por plantar más árboles en el bosque.
También podemos reagarrar la basura que encontramos en el camino y reciclarla adecuadamente. Además, es importante ahorrar energía apagando las luces cuando no las necesitemos y cerrando bien las canillas para evitar desperdiciar agua.
Los niños asintieron con determinación y se dispusieron a llevar a cabo todas esas acciones. Juntos, planificaron una excursión al Bosque Encantado para poner en práctica lo aprendido. Al llegar al bosque, los niños comenzaron a plantar árboles en lugares estratégicos.
Cada uno de ellos eligió un árbol y se comprometió a cuidarlo con amor y dedicación. Mientras plantaban, una brisa suave sopló por el bosque y los niños sintieron cómo los árboles parecían sonreír. Los tristes rostros de antes ahora estaban llenos de esperanza.
De repente, escucharon un ruido extraño que venía de lo más profundo del bosque. Intrigados, se acercaron al lugar y encontraron a un pequeño cervatillo atrapado entre las ramas caídas de un árbol derribado por el viento.
Los niños trabajaron juntos para liberar al cervatillo, utilizando sus conocimientos sobre nudos y herramientas básicas. Una vez liberado, el cervatillo saltó de alegría y corrió hacia la seguridad del bosque.
Agradecidos por haber podido ayudar al animalito indefenso, los niños entendieron aún más la importancia de cuidar los bosques. Sabían que su trabajo no había terminado allí. Desde aquel día, los niños del Colegio del Arcoíris visitaban regularmente el Bosque Encantado para asegurarse de que todo estuviera en orden.
Recogían basura, regaban los árboles jóvenes e incluso organizaban campañas para concientizar a otros sobre la importancia de cuidar nuestros recursos naturales.
Con el tiempo, el Bosque Encantado volvió a ser un lugar lleno de vida y color gracias a la ayuda incondicional de estos valientes niños. Los árboles recuperaron su fuerza y vitalidad, y el bosque volvió a ser un hogar seguro para todos los seres que lo habitaban.
Y así, gracias al compromiso de estos niños, la historia del Bosque Encantado se convirtió en un ejemplo inspirador para otros lugares del mundo. Todos aprendieron que cuidar nuestros bosques es fundamental para asegurar un futuro lleno de vida y esperanza.
Los árboles, los animales y los niños vivieron felices en armonía con la naturaleza, recordando siempre que cada pequeña acción cuenta cuando se trata de proteger nuestro planeta.
FIN.