El Bosque del Sueño
Había una vez una niña llamada Yesica, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. Era una niña muy alegre y curiosa, siempre dispuesta a aprender cosas nuevas y conocer gente interesante.
Una noche, después de un largo día jugando con sus amigos en el parque, Yesica decidió irse a dormir temprano para recuperar energías.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de cerrar los ojos, su novio Juanito llegó a la habitación y se acostó junto a ella. "Juanito, estoy cansada y quiero dormir", dijo Yesica. "Pero yo no tengo sueño todavía", respondió Juanito. Yesica intentó explicarle que necesitaba descansar para poder disfrutar del día siguiente, pero Juanito seguía empeñado en quedarse despierto.
La situación se volvió cada vez más tensa hasta que finalmente Yesica decidió salir de la cama e irse al jardín para tomar aire fresco. Mientras caminaba entre las plantas y los árboles, Yesica empezó a sentirse mejor.
El silencio nocturno le parecía reconfortante y la brisa fría le ayudaba a refrescar su mente agotada. De repente, escuchó un ruido extraño detrás de los arbustos y sintió miedo. "¿Quién está ahí?", preguntó asustada.
De pronto apareció un búho gigante con unos ojos brillantes como diamantes. El búho hablaba con voz grave pero amable:"No te asustes pequeña. Soy el guardián del bosque y he venido a ayudarte. ""¿Ayudarme? ¿Cómo?", preguntó Yesica.
"Has venido aquí buscando tranquilidad y descanso, pero te has encontrado con un obstáculo. Eso es algo que pasa a menudo en la vida, pero no debes dejarte vencer por ello.
Debes buscar una solución creativa y valiente para superar tus miedos y alcanzar tus metas. "Yesica reflexionó sobre las palabras del búho mientras éste se alejaba volando hacia la luna. Entonces decidió volver a su habitación e intentar de nuevo dormir junto a Juanito.
"Juanito, creo que encontré una solución", dijo Yesica al entrar en la habitación. "¿Qué solución?", preguntó Juanito curioso. "Vamos a contar historias hasta que los dos nos quedemos dormidos. Así podremos relajarnos juntos y disfrutar de nuestra compañía", propuso Yesica.
Juanito aceptó encantado la idea y empezaron a contar historias de aventuras, fantasía y amor. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando hasta que finalmente cayeron profundamente dormidos.
A partir de esa noche, Yesica aprendió que no hay problemas sin solución si uno está dispuesto a buscarla con valentía e ingenio. Y también aprendió que el amor verdadero es aquel que respeta las necesidades del otro sin imponer las propias.
Desde entonces, cada vez que tenía dificultades para conciliar el sueño, recordaba al sabio búho del bosque y buscaba una forma creativa de resolverlas sin dejar nunca de lado su bienestar personal.
FIN.