El bosque encantado



Una vez en un bosque encantado, vivían muchos animales felices y amigos. El bosque era tan hermoso que parecía sacado de un cuento de hadas.

En ese mágico lugar, se encontraban el saltamonte Pablo, la trabajadora hormiga Martina y el travieso lagarto Juan. Cada uno tenía su propia casita en un árbol y pasaban el día explorando y jugando juntos. Un día, descubrieron un río brillante y cristalino que cruzaba el bosque. Estaban emocionados por la aventura que les esperaba.

Decidieron que al día siguiente irían de picnic a la orilla del río. Tan emocionados estaban que no podían esperar a que saliera el sol. -¡Buenos días amigos! -dijo Pablo el saltamonte, saltando de su cama.

-¡Buenos días! -respondieron Martina la hormiga y Juan el lagarto. Se prepararon con mucha alegría, hicieron sándwiches, agarraron sus canastos y emprendieron el camino hacia el río. Al llegar, se asombraron de lo bonito que era el paisaje.

El sol brillaba, los pájaros cantaban y el agua del río fluía suavemente. Todos se dispusieron a disfrutar de su picnic. De repente, escucharon un grito de ayuda. Era un pajarito que estaba atrapado en una rama.

Sin pensarlo dos veces, Martina la hormiga se apresuró a ayudarlo. Con su gran esfuerzo, logró liberarlo y lo colocó en un lugar seguro. El pajarito, muy agradecido, les regaló una varita mágica que le daría el poder de la empatía.

Emocionados, los amigos continuaron su día de picnic, ahora con un nuevo tesoro. Al poner el sol, regresaron a sus casas con mucha felicidad. A partir de ese día, cada vez que veían a alguien necesitado de ayuda, usaban la varita mágica para comprender sus sentimientos y ayudarlos.

El bosque se volvió un lugar aún más hermoso, donde la amistad y la empatía reinaban para siempre.

FIN.

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