El bosque encantado
Había una vez dos hermanas, Sofía y Valentina, que eran las mejores amigas. Vivían en una pequeña casa rodeada de árboles y flores, donde siempre encontraban aventuras para vivir juntas.
Un día soleado, mientras jugaban en el jardín, vieron un globo multicolor flotando en el cielo. Brillaba como un arcoíris y las invitaba a seguirlo. Las niñas emocionadas corrieron tras él sin perderlo de vista. El globo las llevó hasta un bosque mágico lleno de criaturas fantásticas.
Había duendes traviesos que les hacían cosquillas con sus risas y hadas que bailaban al compás del viento. Sofía y Valentina se maravillaron ante tan hermoso lugar.
De repente, escucharon un llanto desgarrador proveniente de detrás de unos arbustos. Sin dudarlo, fueron a investigar qué ocurría. Descubrieron a una pequeña tortuga atrapada entre unas ramas espinosas. Sofía y Valentina sabían que tenían que ayudarla, así que con mucho cuidado liberaron a la tortuguita.
Esta les agradeció emocionada y les contó su historia: había sido separada de su familia durante una tormenta y no sabía cómo regresar a casa. Las hermanitas decidieron acompañarla en su búsqueda por encontrar a los demás tortugas.
Recorrieron valles y montañas mientras conocían nuevos amigos como conejos saltarines y pájaros cantores. En el camino se encontraron con un puente colgante muy largo sobre un río. La tortuguita, asustada, les dijo que no podía cruzarlo porque era muy lenta.
Sofía y Valentina se miraron decididas y le dijeron:- No te preocupes, amiga tortuga. Nosotras te ayudaremos a cruzar.
Tomaron una cuerda resistente y la ataron alrededor de su caparazón para poder llevarla con cuidado hasta el otro lado del puente. La tortuga estaba feliz y agradecida por la bondad de las hermanas. Finalmente, llegaron a un lago donde encontraron a todas las demás tortugas esperando angustiadas.
Cuando vieron llegar a su pequeña amiga con Sofía y Valentina, se abrazaron emocionadas. Las dos hermanas se despidieron de las tortugas sabiendo que habían hecho algo muy importante: ayudar a alguien en apuros sin importar lo lento o difícil que fuera el camino.
De regreso en casa, Sofía y Valentina se dieron cuenta de cuánto valoraban su amistad y cómo juntas podían enfrentar cualquier desafío. Se prometieron seguir cuidándose siempre y ser buenas personas que ayuden a los demás.
Desde aquel día en adelante, las hermanitas siguieron jugando juntas pero ahora también compartían su tiempo con otros animales necesitados. Aprendieron que el amor y la amistad son como un globo multicolor: si lo sigues siempre te llevará hacia aventuras maravillosas llenas de magia.
Y así fue como Sofía y Valentina descubrieron que cuando juegan juntas y se aman, pueden hacer del mundo un lugar más hermoso para todos.
FIN.