El bosque encantado
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Escondida, donde reinaba la paz y la alegría. Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder: la oscuridad se apoderó de las calles y los habitantes empezaron a sentir miedo.
Un grupo de amigos, Lucas y Martina, decidieron investigar qué estaba ocurriendo. Se adentraron en el bosque cercano al pueblo, rumoreado como el lugar donde residían fantasmas y demonios. Aunque tenían miedo, sabían que debían enfrentar sus temores.
Mientras caminaban por el oscuro sendero del bosque, oyeron un ruido proveniente de una vieja cabaña abandonada. Decidieron entrar con cautela para descubrir quién o qué estaba detrás de todo eso.
Dentro de la cabaña encontraron a Don Gasparo, un anciano solitario que vivía allí desde hacía años. Parecía triste y asustado. "¿Qué te sucede, Don Gasparo?"- preguntó Martina preocupada.
El anciano les contó que había liberado accidentalmente a unos espíritus malignos mientras buscaba un antiguo libro en el sótano de su casa. Estos espíritus habían traído consigo oscuridad y misterio al pueblo. Los niños decidieron ayudar a Don Gasparo a atrapar nuevamente a los espíritus para devolverle la tranquilidad al pueblo.
Juntos elaboraron un plan utilizando sus conocimientos sobre fantasmas y demonios. Armados con amuletos protectores e instrumentos especiales, se dirigieron hacia el centro del pueblo donde los espíritus se congregaban.
Con valentía, enfrentaron a los espíritus y los guiaron hacia una trampa que habían preparado. Pero justo cuando pensaban haber resuelto todo, apareció un enorme demonio que amenazaba con destruir Villa Escondida. Los niños no sabían cómo enfrentar a semejante criatura, pero no estaban dispuestos a rendirse.
Lucas recordó una historia que su abuelo le había contado sobre el poder de la amistad y la bondad. Entonces, decidieron acercarse al demonio y mostrarle compasión en lugar de miedo.
"¿Por qué haces esto? ¿Qué te ha llevado a ser tan malvado?"- preguntó Martina con voz temblorosa. El demonio pareció sorprendido por la pregunta y bajó su mirada llena de ira. Lentamente, comenzó a transformarse en un ser más pequeño y menos amenazante.
Resultó que el demonio también había sido víctima del mal uso del poder y se sentía solo y abandonado. Los niños decidieron ayudarlo brindándole amor y amistad.
Con el tiempo, el demonio aprendió a usar sus habilidades para hacer el bien en lugar del mal. Juntos trabajaron para reparar los daños causados en Villa Escondida y devolver la paz al pueblo. Desde ese día, Lucas, Martina, Don Gasparo y el ex-demonio se convirtieron en amigos inseparables.
Aprendieron que incluso las criaturas más oscuras pueden cambiar si les muestras comprensión y amor. Y así termina esta historia llena de terror, oscuridad, misterio... ¡y un final feliz!
FIN.