El bosque encantado
Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en un pequeño pueblo rodeado de un hermoso bosque. Un día, mientras exploraba el bosque con su perro Max, se alejó demasiado y se dio cuenta de que estaba perdida.
Sofía comenzó a sentir miedo y no sabía qué hacer. Max ladraba y corría en círculos, tratando de encontrar el camino de regreso a casa, pero todo parecía igual.
La niña decidió seguir caminando esperando encontrar alguna pista que la llevara de vuelta. Después de un rato caminando sin rumbo fijo, Sofía vio una pequeña luz brillante entre los árboles. Se acercó cautelosamente y descubrió que era una mariposa multicolor.
La mariposa parecía querer guiarla hacia algún lugar. - ¿Puedes ayudarme a encontrar el camino a casa? - preguntó Sofía esperanzada. La mariposa revoloteó alrededor de ella como si entendiera lo que le había dicho.
Emocionada, siguió a la mariposa mientras esta volaba por entre los árboles del bosque. Después de un rato, llegaron a un claro donde había varios animales jugando juntos: conejos saltarines, ardillas curiosas y pájaros cantores. Todos ellos miraron sorprendidos a Sofía cuando llegó acompañada por la mariposa.
- ¡Hola! ¿Estás perdida? - preguntó un conejo amablemente. - Sí, me he perdido en el bosque y estoy tratando de encontrar mi camino a casa - respondió Sofía con tristeza.
Los animales se miraron entre sí y luego el conejo dio un salto hacia adelante. - ¡No te preocupes, nosotros podemos ayudarte! Somos expertos en el bosque y conocemos cada rincón. Te guiaremos de regreso a tu casa - dijo el conejo con entusiasmo.
Sofía sintió una gran alegría al escuchar esas palabras. Los animales la rodearon, ofreciéndole su amistad y apoyo. Juntos, comenzaron a caminar por el bosque siguiendo las indicaciones de los animales que conocían cada sendero.
Mientras avanzaban, encontraron un riachuelo cristalino que les bloqueaba el paso. Un pequeño pez saltó del agua y les ofreció su ayuda para cruzarlo nadando debajo de ellos para sostenerlos mientras atravesaban.
Finalmente, después de varias aventuras y gracias a la ayuda de todos los animales del bosque, Sofía llegó sana y salva a su pueblo. Allí estaban sus padres esperándola angustiados junto a Max. - ¡Sofía! ¡Estábamos muy preocupados por ti! - exclamó su mamá abrazándola fuertemente.
- Me perdí en el bosque, pero encontré amigos increíbles que me ayudaron a volver a casa - dijo Sofía sonriendo mientras acariciaba a Max.
Desde ese día, Sofía aprendió lo valioso que es pedir ayuda cuando se encuentra en dificultades y cómo la amistad puede hacer frente incluso a los desafíos más grandes. Nunca olvidaría la lección que le enseñó aquel día mágico en el bosque. Y siempre estaría agradecida por la amistad de los animales que hicieron posible su regreso seguro a casa.
FIN.