El Bosque Encantado



Había una vez en Asturias, un lugar mágico rodeado de hermosos bosques y montañas. En uno de esos bosques vivía un busgosu, una criatura mítica que cuidaba y protegía la naturaleza.

Un día, dos niños llamados Martín y Sofía decidieron aventurarse en el bosque para descubrir qué secretos escondían sus árboles y animales. Armados con su curiosidad e imaginación, se adentraron en el frondoso bosque de hayas. Mientras caminaban entre los árboles, escucharon risas traviesas a lo lejos.

Siguiendo el sonido, encontraron al busgosu jugando con varios animales del bosque. Los niños se acercaron sigilosamente para observar sin ser vistos. El busgosu estaba enseñando a los animales cómo cuidar su hogar y respetar la naturaleza.

Les mostraba cómo plantar semillas y regar las plantas para que crecieran fuertes y saludables. Martín y Sofía quedaron fascinados por todo lo que estaban aprendiendo.

De repente, vieron a un zorro corriendo hacia ellos con algo brillante en la boca. Era una lata vacía de refresco que había encontrado tirada en el suelo del bosque. El zorro no sabía qué hacer con ella, así que decidió llevársela al busgosu.

Martín tuvo una idea: -¡Sofía! ¿Qué te parece si recogemos todas las latas vacías que veamos por aquí? Podemos hacer algo bonito con ellas y ayudar al busgosu a enseñarle al zorro cómo reciclar! Sofía asintió emocionada y juntos comenzaron a recolectar todas las latas que encontraban en el bosque.

Poco a poco, fueron creando una colorida escultura con forma de árbol, utilizando las latas como hojas brillantes. Cuando terminaron, llevaron la escultura al busgosu y se la mostraron.

El busgosu quedó maravillado por el ingenio de los niños y la belleza de su creación. Agradecido por su esfuerzo, decidió enseñarles algo más. El busgosu les habló sobre la importancia de cuidar no solo los árboles, sino también los animales que vivían en el bosque.

Les explicó cómo respetar su hábitat natural y no dejar basura ni objetos que pudieran dañarlos. Martín y Sofía entendieron lo importante que era proteger a todos los seres vivos del bosque y prometieron hacer todo lo posible para conservarlo.

Juntos, organizaron una campaña para limpiar el bosque y enseñar a otros niños sobre la importancia del cuidado ambiental. Con el tiempo, Martín y Sofía se convirtieron en guardianes del bosque junto al busgosu.

Cuidaban de las plantas, ayudaban a los animales heridos e inspiraban a otros niños a amar y respetar la naturaleza.

Y así fue como Asturias se llenó de pequeños héroes dispuestos a proteger su hogar natural gracias a las travesuras educativas de Martín, Sofía y el sabio busgosu.

FIN.

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