El Bosque Encantado


Había una vez dos amigas, Sofía y Valentina, que decidieron aventurarse en el bosque para explorar y descubrir nuevas maravillas. Llevaban consigo su cámara de fotos y mucha energía para disfrutar de un día al aire libre.

Mientras caminaban por el espeso bosque, escucharon un ruido extraño proveniente de los arbustos. Curiosas como eran, se acercaron sigilosamente para ver qué lo causaba.

Para su sorpresa, encontraron a una especie de animalito muy peculiar: era pequeño, animal y tenía unas orejas enormes. - ¡Mira qué lindo animalito! - exclamó Sofía emocionada. - Sí, pero es bastante extraño... ¿No te parece? - respondió Valentina con cierta inquietud.

Sin pensarlo mucho más, sacaron la cámara y comenzaron a tomar fotos del misterioso animalito. Pero en ese momento algo inesperado ocurrió: el animal se asustó con el flash de la cámara y salió corriendo hacia lo profundo del bosque.

Sofía y Valentina quisieron seguirlo para fotografiarlo nuevamente, pero pronto se dieron cuenta de que habían perdido su rumbo. El bosque parecía distinto ahora; los árboles altos bloqueaban la luz del sol y no reconocían ningún camino conocido. - ¿Y ahora qué hacemos? ¡Estamos perdidas! - exclamó Sofía angustiada.

- Tranquila Sofi, seguro encontraremos una salida si mantenemos la calma - dijo Valentina tratando de tranquilizarla. Las dos amigas respiraron hondo e intentaron recordar lo que habían aprendido en el colegio sobre orientación.

Decidieron seguir un arroyo que encontraron, pensando que los llevaría a algún lugar conocido. Después de caminar un rato, encontraron un puente hecho de troncos y hojas.

Decidieron cruzarlo con cuidado, pero justo en ese momento, una fuerte ráfaga de viento hizo temblar el frágil puente y las amigas cayeron al agua. - ¡Ay! ¿Estás bien Valen? - preguntó Sofía preocupada. - Sí Sofi, solo me raspé un poco. Pero ahora estamos mojadas y perdidas... esto no puede empeorar más.

Justo cuando creían que todo estaba perdido, escucharon una risa proveniente del otro lado del arroyo. Era el animalito extraño que habían visto antes.

Este se acercó nadando hasta ellas y les mostró un camino secreto hacia la salida del bosque. Siguiendo al pequeño animalito, las amigas llegaron a una cueva oculta donde había una escalera mágica tallada en la roca. Sin pensarlo dos veces, subieron por ella y salieron directamente al borde del bosque.

- ¡Lo logramos! - exclamó Valentina emocionada. - Sí, gracias a nuestro nuevo amigo - dijo Sofía mientras acariciaba al animalito extraño.

Las dos amigas se despidieron del pequeño animalito con gratitud y prometieron nunca olvidar la importancia de mantener la calma frente a situaciones difíciles. Aprendieron que trabajar juntas y confiar en su intuición siempre las llevará por buen camino. Desde aquel día, Sofía y Valentina se convirtieron en las exploradoras más valientes del bosque.

Cada vez que encontraban un animalito nuevo o una situación desafiante, recordaban la lección aprendida y seguían adelante con coraje y determinación.

Y así, entre aventuras y descubrimientos, las dos amigas demostraron que no hay obstáculo demasiado grande cuando se tiene el corazón lleno de curiosidad y la confianza en uno mismo.

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